El 11 de Septiembre pasado, la Armée de l´Air dejó de existir como tal. Se convirtió en la nueva Armée de l´Air & de l´Espace, y presentó un nuevo logo, al cual se le adicionó una línea curvada, que representa la superficie terrestre, vista desde el espacio.
Se optó por realizar una modificación sutil al logo en vez de uno totalmente nuevo, para simbolizar una continuidad evolutiva de la misión histórica de la Fuerza Aérea, que ahora eleva su dominio hasta más allá de la atmósfera terrestre. Por el contrario, EE.UU. decidió desarrollar toda una rama nueva de la milicia, llamada Space Command.
El cambio de nombre de la Fuerza Aérea confirma la importancia que asume el espacio exoatmosférico, fundamental para la realización de operaciones militares en la superficie del globo, pero que también destaca como campo de batalla por derecho propio.
Frente a esta militarización del espacio, Francia actualizó su doctrina espacial militar. En vísperas del 14 de julio de 2019, durante su tradicional discurso a las Fuerzas Armadas, el Presidente de la República, Emmanuel Macrón dijo: «La nueva doctrina debe permitir asegurar nuestra defensa del espacio y desde el espacio. Protegeremos mejor nuestros satélites, incluso de forma activa”.
El presidente de la República anunció la creación de un Comando Espacial (CDE) para unificar los servicios militares dedicados y su integración en la fuerza aérea.
🎥 Liée à l’espace depuis ses origines, l’armée de l’Air avait préalablement développé des capacités d’observation, de renseignement, de surveillance et de contrôle de l’espace aérien depuis l’espace.
Découvrez en images le nouveau logo de l'armée de l'Air et de l'Espace ⤵️ pic.twitter.com/btEmMH7hh8
— Armée de l'Air et de l'Espace (@Armee_de_lair) September 11, 2020
El comando contaba con 220 personas para finales del 2019, repartidas en diferentes localidades. Se espera que el CDE alcance operatividad plena para el 2025, contando con un staff de 500 personas, trabajando en un gran edificio de 5.000 m2.
En esta nueva batalla espacial, el CDE necesita refuerzos. Para mejorar su nuevo arsenal espacial, el Ministerio de las Fuerzas Armadas está trabajando en estrecha colaboración con la industria y las organizaciones de investigación. El Ejército del Aire y el Espacio quiere equiparse con nanosatélites de patrulla, capaces de proteger activamente sus satélites de observación y comunicaciones. «Estamos trabajando en este tema con el CNES, la DGA (Dirección General de Armamento) y la Agencia de Innovación de Defensa, para tener una capacidad en órbita a partir de 2023″ , comentaba la General de División Aérea.
Antes de actuar, uno de los imperativos es establecer un catálogo real de objetos espaciales, amigos o enemigos, incluidos los escombros. Para ello, se prevé modernizar el radar de detección GRAVES (una gran red adaptada a la vigilancia espacial) desarrollado por ONERA. Este radar, único en Europa, permite seguir los satélites que se mueven en órbita baja, de 400 a 1000 km de altitud. Desarrollado en la década de 1990 y operativo desde 2005, se espera que su rendimiento mejore gracias a la modernización de las antenas de recepción y el procesamiento de señales y su computadora. El sucesor de GRAVES debería poder detectar satélites del tamaño de una caja de zapatos a una distancia de 1.500 kilómetros de altura.
El Estado francés tiene planificado invertir, entre el 2019 y el 2025, un total de 5.000 millones de euros para renovar todas sus capacidades espaciales militares: satélites de observación y escucha electromagnéticos, satélites de telecomunicaciones, radares de detección de objetos espaciales, etc.
La “Star Wars” que Ronald Reagan lanzó en 1983 como una fenomenal operación de engaño contra la URSS, hoy se está volviendo una realidad a la que las principales potencias mundiales se apuran a dar respuesta.