El Grupo Aeroméxico informó este miércoles que ha recibido USD 100 millones correspondientes al desembolso inicial del Tramo 1 del DIP financing (deudor en posesión, por su sigla en inglés) luego de que se hayan cumplido las condiciones necesarias para solicitarlo en el marco del proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de los Estados Unidos anunciado a fines de junio.
«El fondeo del Desembolso Inicial es un paso importante en el proceso de reestructura de Aeroméxico que proporcionará liquidez para cumplir con nuestras obligaciones en el curso ordinario del negocio de manera oportuna y ordenada. Los desembolsos adicionales bajo el DIP Financing respaldarán nuestras operaciones en el curso ordinario durante el proceso de reestructura. Reconocemos y agradecemos el continuo apoyo de nuestro Consejo de Administración así como a todos nuestros accionistas», comentó Andrés Conesa, Director General de Aeroméxico, a través de un comunicado.
La Corte estadounidense que lleva el caso de Aeroméxico había autorizado el compromiso para un financiamiento preferencial garantizado por USD 1.000 millones, y desde la aerolínea señalaron que esperan que a finales de septiembre se emita la orden final que apruebe de manera definitiva el DIP Financing, poniendo disponible una segunda parte del Tramo 1 (otros USD 100 millones) y una cantidad inicial de USD 175 millones correspondientes al Tramo 2. Además, sujeto al cumplimiento de otras condiciones y objetivos, se podrán solicitar desembolsos subsecuentes por montos mínimos de USD 100 millones correspondientes a ese tramo, totalizando USD 800 millones.
«Aeroméxico seguirá llevando a cabo de una manera ordenada el proceso voluntario de reestructura de sus pasivos financieros bajo el proceso de Capítulo 11, mientras continúa operando y ofreciendo servicios a sus clientes y contratando de sus proveedores los bienes y servicios requeridos para la operación. La Compañía continuará aprovechando las ventajas del procedimiento del Capítulo 11 para fortalecer su situación financiera y liquidez, proteger y preservar la operación y activos, e implementar los ajustes necesarios para enfrentar el impacto derivado del COVID-19», concluyeron.
Como nos había señalado el Dr. Horacio Martín Pratto Chiarella en esta columna, el DIP Financing es una herramienta fundamental del proceso de reestructuración que consiste en el financiamiento que puede obtener una empresa que se encuentra inmersa en el proceso previsto por el Capitulo 11, y que le permite obtener liquidez, previa aprobación judicial del mismo, para mantener sus operaciones y disminuir el distress financiero.
Los prestamistas e inversores que otorgan el financiamiento DIP bajo este régimen, tienen prioridad sobre los activos en caso de liquidación de la compañía, un presupuesto autorizado, una tasa de interés de mercado o prima de riesgo, y cualquier medida adicional que el tribunal o el prestamista consideren que justifica la inclusión. Los prestamistas actuales generalmente tienen que estar de acuerdo con los términos, particularmente al pasar a un gravamen sobre los activos.