La situación actual para las aerolineas en Bolivia presenta un alivio parcial desde las medidas de reactivación autorizadas el pasado Septiembre, pero existe incertidumbre a futuro por la existencia de deudas importantes y el interrogante en cuanto a las posibilidades de financiación de las mismas, sumado a que se espera la implementación de mas políticas para alentar aun mas a las compañías.
Se aguarda con expectativa que las nuevas autoridades del gobierno den señales en cuanto a como continuaran las operaciones aéreas y sobre todo si se flexibilizará aun mas el esquema actual de vuelos.
Para la estatal BoA, la situación no es tan alarmante ya que ha sido la aerolínea que debió acompañar con sus operaciones toda la logística de vuelos de carácter humanitario, coordinando sus acciones con diversos ministerios nacionales, lo que sostuvo su operación en torno al 80% de participación de mercado nacional e internacional. Actualmente los esfuerzos de la aerolínea le valieron cumplir con transportar 130.000 pasajeros durante este periodo, un dato no menor según lo descripto por Eduardo Scott, gerente de la compañía.
Para Amaszonas la situación es diferente ya que el parate de 104 días los mantiene alejados al día de hoy de lograr los 60 vuelos diarios que acostumbraban, según declaraciones de la gerente de relaciones institucionales, Beatriz Baldiviezo.
En los planes de la compañía continua el progresivo aumento de frecuencias a Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Sucre, Tarija, Cobija, Trinidad, Riberalta, Guayaramerín y Rurrenabaque, mientras se analiza retomar los vuelos a Uyuni.