Irán presiona a Boeing para que le venda 16.500 millones de dólares en aviones

En el medio de la peor crisis de su historia, un pedido de 16.500 millones de dólares no es algo que Boeing pueda despreciar. Pero detrás de esa orden hay cuestiones políticas y diplomáticas que podrían hacer caer el acuerdo.

El jefe de la agencia de aviación civil de Irán le envió a Boeing una carta pidiendo una definición sobre el acuerdo por 80 aviones suspendido en 2018 después de que la administración Trump revocó las licencias de exportación.

Touraj Dehqani Zanganeh, director ejecutivo de la agencia, dice que escribió la carta a Boeing «recientemente», después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo el 20 de enero.

Iran Air realizó pedidos por valor de 36.000 millones de dólares para 100 aviones de Airbus, 110 de Boeing y 20 de ATR en 2016 y 2017, pero los acuerdos requerían licencias de exportación de EE. UU., ya que una importante serie de componentes son fabricados o tienen patente en Estados Unidos.

El pedido incluía 50 aviones 737 Max 8, 15 aviones 777-300ER y 15 777-9. Aseman Airlines pidió otros 30 737 Max, mientras que una tercera aerolínea, Kish Air, ordenó 10 aviones adicionales.

Zanganeh dijo que el contrato con Airbus y ATR fue suspendido, pero su agencia está buscando aclaraciones sobre el destino del contrato con Boeing.

Tras el trío de pedidos en 2016, Airbus entregó rápidamente tres nuevos aviones a Iran Air en 2017, y ATR entregó 13 de sus aviones antes de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos revocara las licencias de exportación. Boeing no entregó ninguno por temor a la ira política de Trump.

Boeing intentó persuadir a los legisladores para que respaldaran el pedido, diciendo que sostendría miles de puestos de trabajo en Boeing y en las empresas de la cadena de suministro. Los nuevos aviones también reemplazarían y modernizarían la flota de aviones de Irán, que desesperadamente necesita renovación para minimizar los riesgos que corren los pasajeros.

La semana pasada, el nuevo secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, dijo que si Irán volvía a cumplir con el antiguo acuerdo nuclear que tenía con Estados Unidos antes de que Trump lo torpedeara, Estados Unidos también cumpliría sus compromisos nucleares anteriores, pero agregó que Irán estaba muy lejos de hacer eso.

Si el acuerdo de proliferación antinuclear volviera a encaminarse, sugirió entonces Blinken, Estados Unidos e Irán podrían estar en posición de abordar otros «temas profundamente problemáticos».

Blinken no dijo específicamente que las entregas de aviones estuvieran entre esos problemas, pero la situación ha sido durante mucho tiempo un punto delicado entre los iraníes.

Zanganeh dijo en su entrevista que uno de los sectores iraníes «boicoteados tiránicamente desde los primeros días de la victoria de la Revolución Islámica» fue la industria de la aviación iraní, que enfrenta sanciones que controlan estrictamente sus repuestos y compras de aviones.

Zanganeh sugirió en su entrevista que Iran Air de alguna manera ha eludido los controles. Dijo que «ocho aviones de pasajeros de fabricación occidental» habían llegado recientemente al país y están a punto de ser puestos en servicio comercial.

No dijo qué tipo de aviones eran, adónde habían llegado o de dónde venían.

Press TV citó a Zanganeh diciendo que otros 16 aviones serán entregados a Irán a fines del año persa el 21 de marzo, nuevamente sin ofrecer más detalles sobre su fabricante o proveedor.

En 2017 y 2018, dos republicanos influyentes, el representante Peter Roskam, un político de Illinois cuya base de operaciones se encuentra cerca de la sede corporativa de Boeing, y el senador Marco Rubio de Florida, instaron a Trump a no aprobar la venta de aviones.

Esos legisladores alegaron que Irán usa aviones comerciales de pasajeros con fines militares y para apoyar misiones a una red mundial de representantes terroristas, como en Siria.

Queda ver cómo se resuelve la cuestión: si el cambio de administración en Estados Unidos facilita la concreción del acuerdo y Boeing suma una buena noticia en un contexto desfavorable, o si políticamente la puerta sigue cerrada y el fabricante verá escapar una oportunidad irrepetible.

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