A pesar de los esfuerzos de la industria aerocomercial para flexibilizar las restricciones de viaje en el Reino Unido, se vivió con profunda decepción y enojo la decisión del gobierno de no ampliar la lista de países incluidos en la categoría «verde», sino también incluso incorporar otros siete a la categoría «roja», entre ellos Costa Rica y Trinidad & Tobago, limitando significativamente las posibilidades de viajes a los ciudadanos británicos.
La principal sorpresa fue Portugal (incluyendo las Azores y Madeira), actualmente bajo categoría «verde», pero que a partir del 8 de junio pasará a la «amarilla», lo que significa que quienes regresen desde allí deberán realizar una cuarentena de diez días en sus hogares o en un alojamiento, además de los usuales test antes de partir, al arribar y un tercero a los 8 días.
La cuarentena eventualmente puede reducirse a 5 dias pagando un por un test independiente.
Permanecen en la lista verde Australia, Nueva Zelanda, islandia, Israel, Singapur, Brunei y Gibraltar, las islas Faroe, las islas Malvinas, Santa Helena, Ascensión y Tristán da Cunha, y las Islas Georgia y Sandwich del Sur.
Ingresar a la lista roja implica, sin embargo, la prohibición total de ingreso para no residentes, y para los ciudadanos o extranjeros con residencia legal, tener que realizar una cuarentena de diez días en un hotel específico designado por el gobierno a un costo de £1,750 (£650 por adulto adicional o menores de 11 años en adelante en la habitación y £325 para menores de 11 años). Estos hoteles deben reservarse con anticipación al arribo o se aplican multas de hasta £4.000.
Además de Costa Rica y Trinidad & Tobago, pasan a la lista roja Egipto, Bahrein, Afganistán, Sri Lanka y Sudán, uniéndose a otros mercados de relativa importancia como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Paraguay, Perú, India, Turquía, Sudáfrica, Etiopía, Filipinas, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
Para considerar el origen de un país rojo o amarillo y las restricciones aplicables también se tienen en cuenta las conexiones o las escalas durante los últimos 10 días al arribo. En el caso de escalas solo si en ellas suben pasajeros al avión o existe contacto entre los pasajeros a bordo y personal de tierra.
Tras conocerse la decisión del gobierno, el CEO de easyJet, Johan Lundgren, dijo que «esta impactante decisión de añadir a Portugal a la lista amarilla es un duro golpe para los que se encuentran actualmente en Portugal y para los que han reservado para reunirse con sus seres queridos o tomarse un merecido descanso este verano. Con tasas portuguesas similares a las del Reino Unido, la ciencia simplemente no lo justifica».
El directivo dijo además que «se les prometió a los consumidores una lista de espera para poder planificar» y que «el gobierno rompió su propio libro de reglas e ignoró a la ciencia, arrojando los planes de la gente al caos, prácticamente sin previo aviso ni opciones alternativas para viajar desde el Reino Unido».
Y es que cuando el mes pasado Portugal fue incluido en la lista verde, las aerolíneas se volcaron a reforzar su oferta hacia diferentes destinos en ese país para atender la demanda, que llegó a saltar hasta casi un 40% en comparación con 2019 según había reportado IATA
Desde el aeropuerto de Gatwick también reaccionaron a la noticia, con su CEO, Stewart Wingate manifestando que «es una noticia amargamente decepcionante para nuestros pasajeros y aerolíneas afectadas que Portugal se agregue a la lista amarilla a partir de la próxima semana mientras no se abren más destinos».
Wingate de todas maneras manifestó su optimismo de que el Reino Unido mantenga su enfoque en terminar el bloqueo a fines de junio para que las vacaciones de verano sean una realidad.