Este lunes tuvo lugar una reunión del Comité de Defensa nipón, en el que se tomó la decisión de enviar tres aviones de transporte para traer a los últimos japoneses de Afganistán, así como a personal afgano, tal como vienen haciendo varios países de la OTAN.
Según The Asahi Shimbun, la operación de puente aéreo obtuvo la luz verde hoy, para evacuar a los ciudadanos japoneses restantes y al personal afgano de la Embajada de Japón y de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) en medio del deterioro de la situación de seguridad en el país.
El Secretario Jefe del Gabinete, Katsunobu Kato, durante la conferencia de prensa comentó que consultó con militares estadounidenses y que éstos aseguraron que la situación de seguridad en el aeropuerto de Kabul es estable y que «los despegues y aterrizajes se están llevando a cabo con normalidad», por lo que no habría «ningún problema» para enviar allí aviones de las Fuerzas de Autodefensa japonesas.
La Embajada de Japón en Afganistán ha sido cerrada temporalmente debido a la toma del país por los talibanes. El 17 de agosto, 12 empleados de la embajada, todos ellos de nacionalidad japonesa, huyeron del país en un avión militar británico hacia Dubai.
Las operaciones de la embajada han continuado en una oficina temporal instalada en Estambul.
Pero varios ciudadanos japoneses que trabajan en organizaciones internacionales y personal afgano de la embajada y de la JICA siguen en Afganistán, según indicaron fuentes gubernamentales.
Se espera que el gobierno envíe tres aviones de las Fuerzas de Autodefensa para rescatarlos y sacarlos del país, basándose en el artículo nº 84 de la ley que las rige.
El cuarto párrafo del artículo permite al Ministerio de Defensa transportar a los ciudadanos japoneses que trabajan en el extranjero, basándose en una solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores, ante una situación de emergencia en el extranjero, como una catástrofe y un acontecimiento tumultuoso. La cláusula también permite el transporte de ciudadanos extranjeros.
«El personal local también es nuestra gente», aseguró una fuente cercana al gobierno.
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Se cree que tanto la embajada como la JICA cuentan con una plantilla de varias decenas de ciudadanos afganos. El gobierno también debe discutir si proporcionará asistencia a las familias de esos miembros del personal y, en caso afirmativo, qué forma adoptaría.
El envío de un Kawasaki C-2 y dos Lockheed Martin C-130 Hércules parece sugerir que las familias de personal afgano también serán evacuadas del país. Pero aún queda por ver si Japón los recibirá como refugiados en su tierra o si serán llevados a un tercer país.
