En el día de ayer, la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) llevó a cabo la intercepción de un avión que ingresó a su espacio aéreo de forma ilegal, transportando 200 kilos de clorhidrato de cocaína.
En su comunicado de prensa, la FAB informa que la intercepción tuvo lugar alrededor de las 19hs (hora de Brasilia) del marte 7, cuando una aeronave de pequeño porte fue detectada ingresando en espacio aéreo brasileño, sin autorización, al norte del estado de Mato Grosso.
Para la operación, fueron desplegados 2 aviones Embraer A-29 Super Tucano (de los escuadrones Flecha y Grifo) y un E-99 (recientemente modernizado) de alerta aerotransportada y control, para vigilar la aeronave y supervisar la interceptación.
Se indica que los pilotos de la FAB siguieron el protocolo de las medidas de vigilancia del espacio aéreo brasileño, interrogando al piloto de la aeronave mediante comunicación radial, pero sin obtener respuesta. En ese momento, la aeronave fue clasificada como sospechosa.
Los pilotos de la FAB ordenaron entonces un cambio de ruta y el aterrizaje obligatorio en un aeródromo específico, pero el piloto de la aeronave interceptada se negó a cumplimentar. En ese momento, el comando de la defensa aérea ordenó a los A-29 realizar disparos de advertencia. Aun así, la aeronave se negó a regresar por donde vino, por lo que se decidió cambiar la denominación de vuelo sospechoso, a hostil, y se realizaron los procedimientos de disparo de detención.
Tras el disparo de detención, la aeronave, que no tenía plan de vuelo y entró en el espacio aéreo brasileño por la frontera boliviana, realizó un aterrizaje forzoso en el norte del estado de Mato Grosso. A partir de entonces, la Policía Federal se hizo cargo de las medidas de control en tierra (MCS). El piloto huyó antes de la llegada de la policía y en la aeronave se encontraron más de 200 kilos de clorhidrato de cocaína.
Según el Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE), los radares identificaron la aeronave entrando en el espacio aéreo brasileño, sin autorización ni plan de vuelo. El piloto tuvo múltiples oportunidades para ponerse en contacto con los organismos brasileros de control aéreo, pero incumplió todas las medidas policiales adoptadas, mostrándose hostil.
La acción forma parte de la Operación Ostium para frenar las ilegalidades transfronterizas, en la que operan conjuntamente la Fuerza Aérea Brasileña y la Policía Federal, y contó con el apoyo del Grupo Especial de Fronteras (GEFRON)/MT, el Centro Integrado de Operaciones Aéreas (CIOPAER)/MT y la Policía Militar de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
El avión utilizado para realizar este narcovuelo frustrado, es un Cessna C182, matrícula PT-INM, el cual fue reportado como robado en julio del 2019 por su anterior dueño, el empresario Claudionor Andrade, de 54 años.
