JetBlue Airways anunció recientemente su proyecto para acelerar la transición a combustibles de aviación sostenible, con el objetivo de promover la reducción del impacto ambiental que genera la industria aerocomercial, a través de un acuerdo con el desarrollador de bioenergía SG Preston.
Según un comunicado difundido por JetBlue, con sus nuevos planes están duplicando el compromiso que ambas empresas habían asumido en 2016. La proyección del nuevo esquema apunta a que el 10% del total de combustible que utilice la aerolínea en 2030 sea combustible de aviación sostenible -SAF, por su sigla en inglés-. Asimismo, esperan alcanzar el 8% a fines de 2023.
JetBlue Airways y SG Preston esperan que este acuerdo redunde en la primera entrega a gran escala de SAF producido en Estados Unidos a una aerolínea comercial que opera en los aeropuertos de Nueva York: El Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK); el Aeropuerto La Guardia (LGA) y el Aeropuerto Internacional Liberty-Newark (EWR). La aerolínea reemplazará el 30% de sus compras de combustible convencional por SAF, que reduce en un 80% las emisiones.
Para 2023, SG Preston proyecta entregar unos 670 millones de galones (más de 2.500 millones de litros) de SAF para alimentar los vuelos de JetBlue en Nueva York, lo que permitiría reducir las emisiones de carbono en unos 1.5 millones de toneladas métricas.
Robin Hayes, director ejecutivo de JetBlue, aseguró que “hemos superado el punto de compromisos climáticos vagos y estrategias corporativas. A principios de este año, establecimos objetivos de emisiones específicos, determinantes y agresivos. Y ahora estamos cambiando físicamente el combustible de nuestras aeronaves para cumplir con estos compromisos”.
Respecto al acuerdo, Hayes destacó que “en JetBlue, estamos invirtiendo fuertemente en SAF porque lo vemos como nuestro medio más prometedor para reducir rápida y directamente las emisiones de los aviones a corto plazo. Con este acuerdo ampliado con SG Preston, casi el ocho por ciento del uso total de combustible de JetBlue será SAF, lo que nos coloca muy por delante del ritmo para alcanzar nuestra meta del 10% de uso de SAF para 2030”.
Cada vez son más los gestos de distintos actores de la industria hacia una aviación sostenible. En dicho escenario, el combustible de aviación sostenible es una herramienta clave para resolver la problemática a corto y mediano plazo, al mismo tiempo que aparecen otras alternativas innovadoras para lograr emisiones cero.
SG Preston está trabajando para la producción de SAF a gran escala, a partir de grasas de descarte, aceites, grasas y semillas oleaginosas no alimentarias, y espera la certificación ISCC (International Sustainability Carbon Certification), un organismo de certificación global independiente.
Para Randy Delbert Letang, director ejecutivo de SG Preston, “la relación de la compañía y JetBlue es el modelo para una asociación equilibrada diseñada para lograr los objetivos de sostenibilidad y precios, tanto de la aerolínea como de la aviación global. La realidad de lograr el objetivo de sostenibilidad de los EE. UU -de aproximadamente 35 mil millones de galones de combustible de aviación sostenible para 2050- es abrumadora. Comprometerse y abordar las preocupaciones de todas las partes interesadas y contribuyentes clave a la solución, es fundamental para alcanzar con éxito este objetivo. El compromiso continuo de JetBlue con la estrategia de desarrollo de SG Preston ilustra la confianza continua en nuestro enfoque único para este desafío. Nos sentimos honrados por esta demostración de confianza”.
JetBlue Airways tiene, además, acuerdos con otras empresas para la provisión de sus aeronaves con SAF. Tal es el caso de la asociación con World Energy and World Fuel Services, con quien comenzó a utilizar el combustible de aviación sostenible desde el Aeropuerto de Los Ángeles (LAX) en julio de este año. En agosto de 2020 había hecho lo propio con la compañía Neste, que le provee SAF para sus operaciones desde el Aeropuerto de San Francisco (SFO).
Respecto a su compromiso con el medio ambiente, desde la compañía aseguran que “Si bien JetBlue ve al SAF como la solución más prometedora para reducir rápida y directamente las emisiones de las aeronaves a corto y mediano plazo, es una parte de su estrategia de descarbonización más amplia que incluye la eficiencia de las aeronaves, la optimización del combustible, las operaciones eléctricas terrestres, las asociaciones tecnológicas y la compensación de las emisiones de CO2”.