Los problemas de fabricación del 787 Dreamliner están creando desafíos para los proveedores, que esperan que la producción siga siendo baja hasta el próximo año.
El fabricante de aviones con sede en Chicago ha estado produciendo alrededor de dos unidades mensuales de su avión más moderno. Antes de la pandemia salían hasta 14 aeronaves al mes de sus líneas de montaje. Las entregas se encuentran paralizadas desde que se descubrieron ciertos defectos de fabricación.
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La reducción en el ritmo de producción «ha ahogado» la cadena de suministro. Esto ha paralizado las ventas de piezas y componentes de los proveedores. Entre los afectados, de acuerdo al Wall Street Journal, se encuentran empresas como Raytheon y Hexcel. De acuerdo a analistas de la industria, se estima que Boeing tiene más de cien unidades del 787 esperando ser entregados.
Esos 100 aviones representan, a valores de mercado, unos 12.500 millones de dólares que Boeing tiene inmovilizados. Cada demora pone en riesgo los contratos de esos aparatos, ya que una cláusula -común en los pedidos- estipula que una demora de más de 12 meses en la entrega de la unidad permite al comprador anular el pedido sin pagar penalidades.
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El director ejecutivo de Raytheon, Greg Hayes, señaló en una llamada con inversores que «hoy en día no estamos enviando componentes del 787». Raytheon suministra alrededor de 10 millones de dólares en piezas a cada avión. Sumándose a estos reclamos, el proveedor de fibra de carbono Hexcel dijo la semana pasada que la reducción de la producción redujo sus ingresos en el último trimestre.
Albany International, que se especializa en materiales compuestos -ampliamente utilizados en el birreactor de Boeing- señaló que debido a la baja producción del modelo «esperaba conseguir este trimestre solo 10 millones de dólares en ingresos provenientes del programa». Según la empresa, en 2019 los ingresos provenientes del 787 habían totalizado 50 millones de dólares. «El bajo nivel de producción probablemente llevará a niveles ínfimos a nuestra operación en el futuro previsible», señaló el jefe de finanzas de Albany Stephen Nolan.
Se espera que Boeing reanude las entregas de 787 a principios del año que viene. Un portavoz dijo que el fabricante estaba «coordinando con los proveedores y clientes mientras trabaja en las inspecciones y revisiones». Añadió que la compañía «seguirá tomándose el tiempo necesario» para solucionar los problemas del modelo.