Proyecto Phoenix: El avión propulsado por hidrógeno líquido desarrollado por AeroDelft

Andrés Poleri

Un equipo de 50 estudiantes pertenecientes a las universidades neerlandesas TU Delft, Willem de Kooning Academie, InHolland Delft, Haagse Hogeschool, VU Amsterdam, Erasmus University Rotterdam y Utrecht University están trabajando en el desarrollo del Phoenix, un avión propulsado a partir de hidrógeno líquido. 

El hidrógeno es una de las claves para el futuro sostenible de la aviación, y es por ello que cada vez son más los proyectos alrededor del mundo que apuntan a desarrollar sistemas de propulsión que lo utilicen como combustible, para lograr vuelos sin emisiones de CO2. 

“Estamos ejecutando nuestra misión diseñando, fabricando y finalmente volando tanto un prototipo a escala 1: 3 como un avión a gran escala propulsado por hidrógeno. Phoenix es el primer avión de pila de combustible de hidrógeno líquido del mundo en el que eliminamos las emisiones por completo al alimentar nuestra aeronave con el más ligero de todos los elementos: el hidrógeno”, asegura el equipo de AeroDelft. 

Este desarrollo apunta no sólo a alcanzar el éxito con el Phoenix, sino que busca interpelar a otros actores de la industria a involucrarse en el crecimiento sostenible de la aviación haciendo foco en buscar alternativas 100% amigables con el ambiente. 

Desde AeroDelft aseguran que “los biocombustibles y el queroseno sintético, aunque son una posible solución temporal a las emisiones de carbono de la industria de la aviación, no son sostenibles a largo plazo (…) Las baterías no son adecuadas para la aviación por sí solas debido a su peso. Sin embargo, las tecnologías de batería e hidrógeno están estrechamente relacionadas, ya que ambas utilizan los mismos motores eléctricos. Muchos consideran que el hidrógeno en estado gaseoso y líquido, así como el contenido en los fluidos portadores, es la solución a largo plazo”. 

Diseño preliminar del Phoenix Full Scale. Foto: AeroDelft

El Phoenix Full Scale desarrollado por AeroDelft es un avión biplaza con un peso máximo de despegue de 920 kg y una envergadura de 10 metros. Dado que el contenido energético del hidrógeno es hasta tres veces mayor que el de los combustibles fósiles convencionales, su utilización podría brindar una autonomía mucho mayor a los aviones comerciales. 

Es por ello que el equipo está trabajando, además, para desarrollar pautas de certificación para la propulsión a hidrógeno para impulsar su implementación en vuelos comerciales con pasajeros. 

 

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