¿Qué le ocurre a un avión cuando está parado durante 10 horas a una temperatura de -35 °C o inferior? Eso es lo que determina una prueba de inmersión en frío.
Embraer informó que la semana pasada completó una prueba de este tipo para el E195-E2 en Yellowknife e Iqaluit (Canadá). El entorno era ideal para medir el efecto del frío prolongado en las operaciones y sistemas del avión.
La prueba mide el impacto en más de 200 elementos. Después de exponer la aeronave al frío extremo, el equipo de vuelo de Embraer despegó con la misma para comprobar su comportamiento en vuelo. Tras el aterrizaje del E195-E2, el equipo de tierra realizó otra ronda de comprobaciones.
El E195-E2 ya superó la prueba de inmersión en frío durante su certificación original hace años con la EASA (agencia reguladora de la aviación de la Unión Europea) y otros reguladores. Esta prueba se llevó a cabo en un hangar que simulaba las condiciones de temperatura exterior ultrabaja.
Sin embargo, Transport Canada exige que el E195-E2 se pruebe en un entorno natural, y no en un laboratorio parecido a un enorme frigorífico, antes de poder entregar el primer avión a la compañía aérea canadiense Porter Airlines a finales de este año.
Los E2 no son ajenos al frío. Embraer creó una empresa interna, Pioneer Airlines, en 2017 para acelerar la certificación de la nueva familia de E-Jets. La aerolínea utilizó varios E2 que volaron en operaciones de aerolíneas simuladas, incluyendo horarios de alta frecuencia y ciclo alto y vuelos con clima frío en Norteamérica. Los resultados ayudaron a avanzar en la madurez de la aeronave para garantizar una alta fiabilidad en su entrada en servicio.
Vea el vídeo publicado en 2018 por Embraer sobre las pruebas de certificación:
Tras las pruebas realizadas en Canadá la semana pasada, el E195-E2 operó sin escalas de Toronto a Manaos, en unas 7 horas de vuelo, llegando de vuelta a Brasil el pasado sábado 19 de febrero. El mismo día, salió de la capital de Amazonas para la sede de Embraer en São José dos Campos (SP).
