Airbus podría tener que reducir la autonomía del A321XLR. Esto haría perder al modelo uno de sus puntos fuertes de venta.
La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) remarcó a principios de año pasado que el diseño del tanque adicional de combustible, integrado en el fuselaje, suponía «un riesgo especial» en caso de incendio, por lo que requería incorporar medidas para proteger la cabina. A esto se sumó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), que el mes pasado planteó condiciones especiales similares para el modelo.
Según reporta Bloomberg, es probable que las soluciones a implementar añadan peso al modelo. De acuerdo con fuentes internas, esto tendría un «impacto menor» en el alcance del avión. Estas personas agregaron que algunos clientes ya fueron informados de los posibles cambios en las especificaciones. Hasta hace poco tiempo atrás, Airbus sostenía que realizar cambios de diseño era «poco probable».
De acuerdo con el medio mencionado, Airbus estaría buscando formas de compensar la caída en la autonomía. Entre otras opciones, el fabricante podría aumentar el peso máximo de despegue del avión de 101 a 101,7 a toneladas.
La mayor autonomía no viene sin problemas
El tanque de combustible en cuestión se ubica bajo el suelo de la cabina de pasajeros y tiene una capacidad de 12.900 litros. Este otorgará al XLR una autonomía de 4.700 millas náuticas (8.300 kms), 18% más que el A321LR.
Si bien la familia A320neo ya disponía de tanques de combustible centrales (llamados ACT), el nuevo depósito de combustible del XLR (RCT) cuenta con más capacidad al mismo tiempo que ocupa menos espacio en la bodega.
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La mayor capacidad de combustible del nuevo tanque central no resultó tan fácil de implementar. En 2021, Airbus anunció que tendría que instalar aislamiento térmico adicional bajo el piso de la cabina, ya que el mismo se enfriaba demasiado por el contacto con el líquido.
Requisitos de certificación
Ese aislamiento resultó ser un problema. EASA planteó que el mismo no cumplía los requisitos de seguridad contra incendios. El regulador señaló que correspondía a Airbus demostrar que el XLR era tan seguro como las otras versiones del A321.
A estas críticas se sumó Boeing. El fabricante estadounidense apuntó a otros problemas que surgen de integrar los tanques de combustible en el fuselaje, como ser los aterrizajes con fallos en el despliegue del tren o las excursiones fuera de pista. Además, señaló que «los depósitos de combustible integrados en la estructura del fuselaje proporcionan menos redundancia que aquellos separados estructuralmente».
Stefan Schaffrath, portavoz de Airbus, señaló que el fabricante se encuentra discutiendo los requisitos de certificación con EASA: «la seguridad es nuestra prioridad número uno. Prestaremos atención a cualquier requisito planteado». Janet Northcote, vocera de EASA, agregó por su parte que «la certificación del A321XLR está en curso y que los requisitos relacionados a los tanques de combustible están todavía en fase de definición».
En Estados Unidos, la FAA afirma que el diseño actual no es adecuado para proteger a los pasajeros de un incendio ni para garantizar que tengan tiempo de evacuar de forma segura después de un accidente.