Ampaire, una compañía estadounidense formada en 2016 para desarrollar aeronaves de propulsión eléctrica, seleccionó a la empresa Electric Power Systems (EP Systems) como proveedor de baterías para su aeronave híbrida Eco Caravan.
El Eco Caravan es el primer producto comercial desarrollado por Ampaire. Se trata de un modelo de propulsión híbrida desarrollado a partir del popular Cessna Grand Caravan. La adaptación mantiene las prestaciones de autonomía y capacidad de carga útil de la variante original. A partir del acuerdo, EP Systems suministrará el componente eléctrico del sistema de propulsión de la aeronave.
El sistema de almacenamiento de energía a utilizar, llamado EPiC, funciona a partir de una avanzada tecnología de celdas que proporciona una densidad de energía de más de 200Wh/kg (vatios-hora por kilogramo) en el nivel del paquete de baterías. Además, en casos de uso promedio, ofrece más de dos mil ciclos de carga rápida antes de requerir un reemplazo.
Se trata del segundo elemento de propulsión del Eco Caravan elegido por Ampaire, que en julio había seleccionado el motor de encendido por compresión AO3, fabricado por la empresa RED Aircraft, para proporcionar el empuje por combustión del sistema híbrido.
La compañía ya había utilizado el sistema EPiC en su avión de demostración de propulsión híbrida EEL, desarrollado a partir del Cessna Skymaster.
Características del Eco Caravan
Según reporta la empresa desarrolladora, tiene capacidad para transportar hasta nueve pasajeros y un alcance de hasta 800 millas (1.287 kilómetros). Además, puede transportar hasta 2.500 libras (1.133 kilogramos) de carga útil.
En comparación con el Cessna Grand Caravan original, la versión híbrida consume hasta un 70% menos de combustible en trayectos cortos y hasta un 50% menos en rutas más largas. Consecuentemente, posibilita una considerable disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. La operación con combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) disminuye las emisiones en hasta un 90%, según Ampaire.
Por otro lado, la reducción total de los costes de explotación oscila entre el 25% y el 40% con respecto al modelo original, dependiendo de la ruta.
La nueva versión del turbohélice ya ha sido sometido a las primeras pruebas de potencia en tierra y se espera que complete su primer vuelo antes de finales de año. Así, se convirtió en la primera aeronave híbrida en ingresar al proceso de certificación de tipo suplementario (STC, por sus siglas en inglés) de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). Se trata de un programa menos complejo que el necesario para certificar un modelo completamente nuevo. Por ese motivo, Ampaire prevé obtener todas las aprobaciones necesarias en 2024.
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