El escenario post Covid, sumado a la inflación creciente y la guerra entre Rusia y Ucrania motivaron a que el fabricante de motores Rolls Royce cancelara los planes de conversión de un Boeing 747-400 a banco de pruebas. Esa conversión hubiera permitido retirar al testbed actual, un 747-200 de 42 años de antigüedad, que seguirá en servicio.
El Boeing 747-400 -con la matrícula VH-OJU- estuvo en servicio con Qantas durante 20 años, y fue comprado por Rolls Royce en 2019. El 13 de octubre de ese año el VH-OJU realizó su último vuelo comercial para la compañía australiana y tras completar ese servicio voló a Moses Lake para iniciar su proceso de conversión.
Pero Rolls Royce decidió no continuar con el proceso, ya que el desarrollo del motor Ultrafan no está teniendo un ritmo que justifique la inversión necesaria para esa actualización del banco de pruebas, ya que los primeros tests en tierra se espera que demoren al menos doce meses.
El otro motor que el fabricante tiene en desarrollo, el Pearl 10X que portarán los Dassault Falcon 10X, será el siguiente en ser probado, pero más allá de esos proyectos puntuales la empresa no ve necesidad -ni oportunidad económica- de proseguir con la conversión.
«En 2019, en previsión de una futura carga de pruebas, adquirimos un Boeing 747-400 de Qantas y habíamos decidido convertirlo en otro banco de pruebas volante para complementar nuestra actual plataforma de pruebas Boeing 747-200», dijo Rolls Royce a través de un comunicado difundido por FlightGlobal.
«Sin embargo, como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y la consiguiente repercusión en nuestro programa de bancos de pruebas en vuelo (que ahora tiene un alcance reducido durante un período de tiempo prolongado), hemos tomado la decisión de suspender este ejercicio y proseguir nuestras futuras pruebas de vuelo en nuestro actual 747-200, que se reconfigurará para satisfacer estas necesidades.
Rolls Royce había informado hace un tiempo que no desarrollará motores a riesgo propio y que en el mejor de los casos encarará proyectos por encargo de un fabricante de aviones para cubrir una necesidad específica, ya que la empresa considera imprescindible cuidar el flujo de ingresos y no embarcarse en programas que pueden no resultar viables en el futuro cercano.
Sabia decisión , si querés que te desarrollemos un motor nuevo , corre tú con el albur de que no funcione cómo se esperaba.
Los de GE y Pratt & Whitney felices de que los de RR no desarrollen nada nuevo. Menos competencia al momento de que seleccionen proveedores para nuevos proyectos.