La compañía estadounidense Ampaire, dedicada al desarrollo de soluciones de propulsión eléctrica e híbrida para la aviación, anunció ayer que recibió un pedido en firme por veinticinco aviones híbridos Eco Caravan por parte de MONTE, una compañía arrendadora de aeronaves que financia soluciones de movilidad sostenible para la aviación regional. El acuerdo incluye, además, una opción de compra por otras veinticinco unidades.
El Eco Caravan es el primer producto comercial de Ampaire. Se trata de un modelo de propulsión híbrida desarrollado a partir del popular Cessna Grand Caravan. La adaptación mantiene las prestaciones de autonomía y capacidad de carga útil del modelo original.
«MONTE quiere construir una flota de aviones de bajas y cero emisiones para arrendar financiar, destinados a los operadores de aeronaves regionales de todo el mundo», comentó Timothy Eyre, director de Inversiones de la compañía. Eyre destacó el producto de Ampaire y aseguró: «Su Eco Caravan será muy atractivo para un segmento de nuestros operadores,
gracias a su amplia gama de prestaciones».
«La Eco Caravan es nuestro punto de partida para una revolución en los viajes aéreos», dijo Kevin Noertker, director general de Ampaire. «La tecnología de propulsión es escalable y tenemos la intención de avanzar rápidamente hacia aviones regionales más grandes
e incluso al mercado de reactores de pasillo único con el tiempo», agregó.
Características del Eco Caravan
Según reporta la empresa desarrolladora, el Eco Caravan tiene capacidad para transportar hasta nueve pasajeros y un alcance de hasta 800 millas (1.287 kilómetros). Además, puede transportar hasta 2.500 libras (1.133 kilogramos) de carga útil.
En comparación con el Cessna Grand Caravan original, la versión híbrida consume hasta un 70% menos de combustible en trayectos cortos y hasta un 50% menos en rutas más largas. Consecuentemente, posibilita una considerable disminución de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. La operación con combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) disminuye las emisiones en hasta un 90%, según Ampaire.
Por otro lado, la reducción total de los costes de explotación oscila entre el 25% y el 40% con respecto al modelo original, dependiendo de la ruta. La aeronave puede recargar sus baterías en vuelo, por lo que, eventualmente, podría utilizar cualquier aeropuerto apto para un Cessna Grand Caravan, independientemente de la disponibilidad de infraestructura de carga de energía en tierra.
La nueva versión del turbohélice ya ha sido sometido a las primeras pruebas de potencia en tierra y se espera que complete su primer vuelo antes de finales de año. Así, se convirtió en la primera aeronave híbrida en ingresar al proceso de certificación de tipo suplementario (STC, por sus siglas en inglés) de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). Se trata de un programa menos complejo que el necesario para certificar un modelo completamente nuevo. Por ese motivo, Ampaire prevé obtener todas las aprobaciones necesarias en 2024.
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