En el marco del Airspace World 2023 que se desarrolla en Ginebra, los directores del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y de la Organización de Servicios de Navegación Aérea Civil (CANSO) anunciaron hoy el lanzamiento del programa «Mejora de la Capacidad del Sistema Aeroportuario» (ASCE, por sus siglas en inglés).
El programa, que será parte de una ampliación de la colaboración entre las dos organizaciones, significa una iniciativa de importancia, ya que ambas representan a operadores aeroportuarios y a proveedores de servicios de navegación aérea, respectivamente.
Según informaron en un comunicado de prensa, tendrá como objetivo «eliminar las barreras que impiden liberar la capacidad aeroportuaria y apoyar el crecimiento sostenible de la demanda de transporte aéreo». En ese sentido, aseguraron que buscarán «promover el desarrollo seguro, eficiente y sostenible de la aviación civil».
Desafíos de la aviación comercial en el futuro próximo
Según estimaciones de ACI para el período comprendido entre los años 2022 y 2041, se prevé que el tráfico de pasajeros aéreos a nivel mundial se incremente hasta alcanzar los 19.300 millones de viajeros, con una tasa de crecimiento anual del 7.5%.
«Acomodar el crecimiento de la demanda de viajes aéreos ha sido durante mucho tiempo un desafío para la aviación», explicaron desde la organización fundada en 1991. «Las previsiones futuras requieren de la cooperación entre las partes interesadas para garantizar un sistema de transporte aéreo seguro, eficiente y sostenible para los pasajeros», añadieron.
Programa «Mejora de la Capacidad del Sistema Aeroportuario»
En ese contexto, el programa ASCE (Airport System Capacity Enhancement) se centra en el sistema aeroportuario y su espacio aéreo cercano, entornos que pueden constituir retos a la capacidad de la industria. La intención es incrementar esa capacidad a partir de una mejor coordinación, la optimización de los procedimientos operativos e inversiones en tecnología e infraestructura.
A su vez, estas mejoras permitirían disminuir los retrasos, con la consecuente reducción de los costes adicionales para los gestores aeroportuarios y otros actores involucrados. Además, mejoraría la experiencia de los usuarios y contribuiría con las metas de reducción de emisiones de la aviación.
A partir de un análisis exhaustivo, expertos del sector aportarán datos para trabajar en la optimización de las operaciones, tanto en el aire como en tierra. Los gestores y proveedores de servicios que se sometan a la revisión recibirán una evaluación personalizada y propuestas de soluciones específicas.
ACI y CANSO colaborarán en un programa piloto para perfeccionar y validar las metodologías. Según informaron, una primera prueba se desarrollará en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (LIM) de Lima, Perú.
«Aprovechar toda la capacidad disponible en el sistema aeroportuario es una de las formas clave en que los aeropuertos y los proveedores de servicios de navegación aérea pueden apoyar el crecimiento de la demanda de viajes aéreos y la sostenibilidad del ecosistema de la aviación mundial», aseguró Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI.
«Creo que centrarnos en liberar la capacidad del sistema en el entorno de las terminales aeroportuarias y el espacio aéreo puede reportar beneficios reales al sistema», comentó por su parte Simon Hocquard, director general de CANSO. «Necesitamos nuevas perspectivas en la gestión de la congestión y buscar nuevas formas de utilizar los recursos de infraestructura existentes si queremos satisfacer las demandas futuras», agregó.
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