La Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense autorizó el pasado viernes a Boeing a reanudar las entregas de su 787 Dreamliner. La orden cobra vigencia esta semana y se da después de que el fabricante abordara las recientes preocupaciones planteadas por la agencia regulatoria en relación a la mampara delantera del modelo.
La agencia ordenó detener las entregas el pasado 23 de febrero debido a un error en el análisis de datos relacionados con parte del fuselaje del avión. La propia Boeing encontró y reportó el problema al revisar los registros de certificación. La FAA dijo que el fabricante ya había resuelto todos los problemas.
«La FAA podría reanudar la emisión de certificados de aeronavegabilidad la próxima semana», dijo la agencia en un comunicado que replicó Reuters. Boeing dijo que había completado los análisis necesarios para confirmar que el avión cumple los requisitos de certificación. Además demostró que el modelo no requiere nuevas modificaciones -ni en aeronaves en producción ni en aquellas que ya están operando- para cumplir las normas de la FAA. «Estamos trabajando con nuestros clientes sobre los plazos de entrega», señaló Boeing.
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No es la primera vez que el fabricante reniega con la mampara de presurización delantera. Las entregas del 787 se pausaron en mayo de 2021 después de que la FAA descubriera vacíos alrededor de dicha pieza. Esta estructura es fabricada por Spirit Aerosystems y separa la cabina (presurizada) del morro del avión. Boeing aceptó sustituir ese componente y logró reanudar las entregas en agosto de 2022.
Boeing señaló que el error en el análisis de datos detectado en febrero -que dio origen a esta última suspensión- no estaba relacionado con los anteriores problemas de calidad. La compañía continuó con la producción del Dreamliner mientras realizaba los análisis necesarios para corregir las discrepancias.