Airbus, Pratt & Whitney y SAF+ Consortium colaborarán en el desarrollo de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) de última generación en la provincia de Quebec, Canadá. Las empresas contarán con el apoyo del gobierno local.
Las partes contribuirán con una inversión total de más de 17 millones de dólares canadienses para desarrollar el proyecto conocido como CADAQ-100.
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Airbus, Pratt & Whitney y SAF+ Consortium colaborarán en áreas claves de investigación y pruebas de SAF
Las compañías colaborarán en áreas claves de investigación y pruebas de combustibles sostenibles. A partir de su trabajo conjunto, realizarán pruebas en vuelo con mezclas de hasta un 100% de SAF en un Airbus A220 impulsado por motores Pratt & Whitney GTF.
También evaluarán la viabilidad para establecer una planta comercial de producción de e-SAF (un tipo de combustible sintético derivado de energías renovables) en Quebec. Su objetivo final es lograr una producción anual de hasta cien millones de litros en 2028.
El combustible se produciría a partir de tecnología power-to-liquid, utilizando energía renovable para sintetizar las emisiones de dióxido de carbono capturadas con hidrógeno verde. Permitiría recudir las emisiones en hasta un 90% en comparación con el carburante convencional.
Inversión de cara al futuro próximo
«Airbus, junto con muchos de sus clientes, está plenamente comprometida con la expansión del uso de SAF, un pilar esencial para apoyar el viaje de descarbonización de la industria de la aviación», comentó Benoît Schultz, presidente y director general de Airbus Canada.
«La construcción de este nuevo ecosistema canadiense junto con el Consorcio SAF+ es un hito clave y un ejemplo de cómo Airbus está configurando activamente los debates sobre descarbonización en Quebec y Canadá, al tiempo que demuestra nuestro compromiso de hacer del SAF una solución económicamente viable, disponible para nuestros clientes y socios a nivel mundial», agregó.
«Esta colaboración contribuirá a acelerar nuestra visión de transformar a Montreal en un centro norteamericano de aviación sostenible, algo que siempre hemos sabido que sólo podría lograrse mediante un esfuerzo intersectorial», aseguró Jean Paquin, presidente y director general de SAF+ Consortium.
Por otra parte, el directivo destacó que la inversión en la infraestructura necesaria resultará clave de cara al futuro próximo, cuando muchas aerolíneas canadienses esperan recibir nuevas aeronaves capaces de operar con combustibles sostenibles.
«La colaboración entre los sectores público y privado es fundamental para lograr nuestros objetivos, por lo que acogemos con satisfacción esta oportunidad y el apoyo continuo del gobierno de Quebec para ayudar a ampliar las capacidades de investigación y producción de SAF en la región», declaró Edward Hoskin, vicepresidente de Ingeniería de Pratt & Whitney Canada.
