Rusia estaría creando un grupo de ataque aéreo de “elite” para operar sobre Ucrania, según la inteligencia británica

Gastón Dubois

Su-34 elite VVS

El Ministerio de Defensa del Reino Unido informó que la Fuerza Aérea Rusa estaría creando una unidad “elite” especializada en el ataque a tierra, para mejorar su capacidad ofensiva contra objetivos de valor ucranianos.

Según creen los servicios de Inteligencia británicos, el grupo de aviación de elite, denominado “Shtorm” (tormenta) estaría conformado probablemente por al menos una unidad de cazabombarderos Su-24 FENCER y Su-34 FULLBACK y una unidad de helicópteros de ataque.

“La mezcla de tipos de aviones sugiere que el grupo tendrá como función principal misiones de ataque a tierra”, sugiere el Ministerio de Defensa del Reino Unido en una publicación.

Basados en informes fidedignos de los medios de comunicación rusos, inteligencia británica afirma que el Ministerio de Defensa ruso pretende atraer a pilotos altamente cualificados y motivados ofreciéndoles grandes incentivos salariales y abriendo la contratación a aviadores retirados.

Según la interpretación que hacen los ingleses de esta información, los altos mandos militares rusos estarían insatisfechos con el rendimiento mostrado hasta ahora por su Fuerza Aérea (VVS), principalmente en su función de ataque a objetivos ucranianos en tierra, rindiendo por debajo de la performance esperada.

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Una Fuerza Aérea superior, pero sin gran relevancia operacional

Si los informes son correctos, se trataría de un reconocimiento implícito ruso de que su aviación de combate, aventajada en términos tecnológicos y muy superior en términos cuantitativos a su contraparte ucraniana, no estuvo a la altura de las expectativas y no tuvo un impacto significativo en las operaciones terrestres hasta la fecha, mostrándose particularmente vulnerable ante los MANPADS y defensa aérea de baja cota.

Si bien es cierto que la VVS modificó sus tácticas y está introduciendo nuevo armamento guiado para poder operar con mayor seguridad frente a los misiles anti-aéreos ucranianos, aún está lejos de poder establecer el dominio aéreo sobre el teatro operacional y de poder inclinar la balanza a favor del Kremlin en los enfrentamientos que se dan en tierra.

La “Shtorm” podría ser el primer paso para la reformulación doctrinal de la Fuerza Aérea Rusa, basada no en modelos hipotéticos, sino en lecciones de guerra duramente aprendidas.

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