Según la prensa francesa, tanto Uzbekistán como Kazajistán mostraron interés por el caza Rafale para modernizar sus respectivas fuerzas aéreas, provistas de material soviético heredado.
Parece que Francia quiere irrumpir en una zona del mundo que fue durante año considerada como el patio trasero de Rusia (devolución de cortesías por la intervención rusa en Africa?), por lo cual el presidente Emmanuel Macron viajó a Uzbekistán y Kazajistán durante los primeros días de noviembre, para profundizar las relaciones bilaterales. Y pocos acuerdos afianzan tanto los vínculos entre las naciones, como los contratos de Defensa.
A este respecto, y según informó primero Intelligence Online y ratificó luego La Tribune, Dassault Aviation estaría hace meses prospectando a estos dos países de Asia Central, con la finalidad de lograr más exportaciones de su principal avión de combate.
En Uzbekistán
Uzbekistán habría informado formalmente a la comitiva francesa de su interés por adquirir 24 cazas Rafale F4 para reemplazar a su actual flota de aviones de combate de origen ruso, compuesta por 38 MiG-29, 20 Su-27 y 20 Su-25, aunque se presume que muchos de ellos no se encuentran en condiciones operativas. También se estarían considerando los KAI FA-50 surcoreanos, como una opción bastante más económica, aunque probablemente se busque una combinación Hi-Low con ambos modelos.
Informantes revelaron a la prensa francesa que el equipo de ventas de Dassault está apostando fuerte por una eventual venta a Uzbekistán, porque ven que tienen posibilidades, y están realizando una fuerte campaña promocional entre los altos oficiales de Gobierno en la capital, Tashkent.
En Kazajstán
Aquí Dassault también está promocionando al Rafale, pero la perspectiva de lograr un éxito de exportación parece menos probable, dados los aún fuertes lazos económicos y militares existentes entre Astaná y Moscú.
La otrora República Socialista Soviética de Kazajistán, tras su independencia en 1991 de la extinta URSS, también recibió en herencia un importante número de aviones de combate soviéticos, entre los modelos MiG-23/27/29 y los Su-24/27. También hay que señalar especialmente a que la Fuerza Aérea Kazaja posee una veintena de potentes cazas MiG-31, siendo la única operaria de este modelo fuera de Rusia, lo que evidencia el grado de relaciones entre estos dos países. En fechas posteriores realizó una compra de 24 modernos Su-30SM. Y tampoco podemos olvida que Rusia arrienda actualmente alrededor de 6000 km² de territorio kazajo, donde está ubicado el fundamental cosmódromo de Baikonur.
Si bien las relaciones entre ambos países se fueron enfriando en los últimos años, Francia no se ilusiona en que Kazajistán busque establecer una doble fuente de suministro con un fabricante de aviones occidental. Aun así, París tiene la firme intención de mejorar sus relaciones políticas y militares con Astaná, y el Rafale sería la punta de lanza de dicha iniciativa.