Pocos aviones son más característicos de un momento en la historia como el Lockheed U-2 Dragon Lady. Nacido de la mente de Kelly Johnson y su equipo en Skunk Works, el avión espía que voló por primera vez en 1955 y batió una impresionante cantidad de récords parece finalmente acercarse al retiro.
De acuerdo con un artículo publicado por The Drive, la Fuerza Aérea de EE.UU. está un paso más cerca de retirar los U-2 y los Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk con la firma de una exención por parte del Secretario de Defensa, Lloyd Austin, en medio de un cambio en la estrategia que prioriza a los activos de ISR (Intelligence, Surveillance and Reconnaisance – Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) más modernos, y por ende con mejores chances de supervivencia.
El plan para retirar los U-2
El plan propuesto para el retiro de la flota U-2, un icono del reconocimiento desde la Guerra Fría, enfrenta escrutinio del congreso por preocupaciones sobre capacidad y costos. Sin embargo, la aprobación reciente por el Secretario de Defensa señala un camino claro hacia el ocaso de la flota para el 2026.
La exención en cuestión se refiere a una sección del proyecto de ley de presupuesto, o Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA), introducida en año fiscal 2018. La NDAA para ese año incluye una disposición que dice que «el Secretario de la Fuerza Aérea no puede tomar ninguna medida que impida a la USAF mantener las flotas de aviones U-2 o RQ-4 en sus configuraciones y capacidades actuales, o mejoradas», a menos que se cumplan ciertas condiciones.
Con 27 aviones U-2S (incluyendo dos biplazas de entrenamiento) actualmente en servicio, la Fuerza Aérea asegura que no se prevén retiros para el Año Fiscal 2024. La NDAA requiere que los nuevos sistemas ofrezcan una capacidad igual o mayor antes de que el retiro proceda.
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Los Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk durarán al menos un año más, ya que se prevé retirarlos en el año fiscal 2027. Sin embargo, se irán decomisionando unidades de forma gradual durante los años venideros.
Para reemplazar estos sistemas, la USAF pone la mirada en sensores basados en el espacio y drones clasificados avanzados, para oponer capacidades superiores contra adversarios como China y Rusia.
El enfoque militar de EE.UU. se desplaza hacia la Competencia de Grandes Potencias, con China vista como el desafío estratégico central que requiere métodos de reconocimiento avanzados más allá del alcance del U-2 o el Globa lHawk.
RQ-180 y B-21: El futuro del reconocimiento aéreo
Las discusiones en torno al drone RQ-180 y el bombardero B-21 Raider sugieren una nueva era de capacidades ISR furtivas que combinan el sigilo, la permanencia prolongada en estación y tecnologías avanzadas de vigilancia electrónica.
El RQ-180, desarrollado por Northrop Grumman, fue diseñado como para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Su existencia no se confirmó oficialmente durante varios años después de que comenzara su desarrollo, reflejando su naturaleza altamente clasificada.
Aunque los detalles específicos sobre las capacidades operativas y características de rendimiento del UAV permanecen en secreto, se anticipa que el RQ-180 será un activo crítico para las operaciones de reconocimiento estratégico de la USAF en entornos altamente disputados.
El B-21 Raider, nombrado en honor a los Doolittle Raiders de la fama de la Segunda Guerra Mundial, es el bombardero de ataque a larga distancia de la próxima generación de la USAF, desarrollado por Northrop Grumman como parte del programa Long Range Strike Bomber (LRS-B).
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Se espera que tenga capacidad para misiones nucleares y convencionales, proporcionando a EE.UU. una plataforma moderna para la disuasión estratégica. La Fuerza Aérea planea que el B-21 entre en servicio a mediados de la década de 2020, con un objetivo de adquisición de al menos 100 aeronaves.
El bombardero está destinado a complementar y eventualmente reemplazar las flotas existentes de bombarderos B-1 Lancer y B-2 Spirit, y posiblemente trabajar junto con el B-52 Stratofortress, que sigue siendo actualizado para el servicio extendido.