El presidente electo de la República Argentina, Javier Milei, habría instruido el congelamiento de todos los acuerdos de equipamiento militar llevados adelante por el Ministerio de Defensa durante la gestión del presidente Alberto Fernandez, entre los cuales se encuentran los planes de adquisición de un escuadrón de cazas supersónicos.
Siendo que Milei declaró en varias oportunidades que no promoverá las relaciones entre el Estado argentino y China, ya se puede dar por descontado que el caza sino/pakistaní JF-17 Block III quedará fuera de toda consideración para una futura compra.
Según el diario El Cronista, citando fuentes cercanas al presidente electo, informó que las nuevas autoridades del Gobierno entrante mirarán con lupa cada uno de los acuerdos que pretende dejar en marcha en el ministro de Defensa, Jorge Taiana, para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Esto incluye estudios técnicos para la compra de un nuevo submarino y la construcción buque polar para la Armada; los planes de modernización de blindados del Ejército; y la, extremadamente postergada, adquisición de aviones supersónicos para la Fuerza Aérea.
La idea sería frenar y revisar en «extremo detalle» cada uno de los acuerdos que el Ministerio de Defensa dejará en marcha para la adquisición de equipamiento para las Fuerzas Armadas, como parte de un plan mayor de fiscalización de la gestión de gobierno de Alberto Fernández.
Aparentemente, como el acuerdo con Noruega ya fue firmado, la adquisición de los cuatro aviones de patrulla marítima P-3 Orión estaría a salvo.
La eterna espera de la Fuerza Aérea Argentina
Luego de viajes, visitas, consultas, negociaciones y pruebas de vuelo, el gobierno de Alberto Fernández pasó sin haber tomado una decisión respecto a la recuperación de la capacidad supersónica de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), una exasperante tendencia que se viene sosteniendo, gobierno a gobierno, desde que a finales de los años 90 Washington ofreciera una partida de F-16 bajo condiciones ventajosas a su Aliado extra-OTAN.
Desde entonces, el Ministerio de Defensa argentino y la FAA vieron desfilar propuestas de cazas supersónicos como el Kfir israelí, los Mirage F-1 españoles, Mirage-2000 franceses, el FA-50 surcoreano, llegando a la actual terna conformada por el JF-17 sino/pakistaní, el HAL Tejas indio y los F-16 MLU daneses.
Pasan los años, los Gobiernos y las propuestas, pero Argentina sigue sin capacidad de intercepción supersónica. Las restricciones presupuestarias siempre fueron señaladas como las principales culpables de esta dilación eterna, pero a nadie escapa de que en realidad, se trató de una constante falta de voluntad política, ya que comprar y operar un solo escuadrón de cualquiera de los modelos mencionados antes, no representaría un impacto sensible en una economía del tamaño de la de Argentina. Viéndolo retrospectivamente, bien podríamos señalar que la falta de inversión en Defensa es una de las políticas de Estado mejor mantenidas de las últimas décadas.
Suponiendo que la adquisición de un caza multirol supersónico para la FAA finalmente se concrete durante la presidencia de Javier Milei (y no comience todo el proceso desde cero, produciendo los mismos resultados), y dado su manifiesto alineamiento político con EE.UU e Israel, deja pocas dudas de que se priorizará la oferta norteamericana por los F-16 daneses por sobre la oferta india (miembro del BRICS), y que equipamiento militar chino no tendrá cabida en las Fuerzas Armadas argentinas. La Fuerza Aérea deberá seguir esperando y soñando.
YO YA DIJE, ESTE VOMO RL SIMIO , IBAN A ENTREGAR A LA ARGENTINA. ES MAS DE LO MISMO QUE HA ARRUINADO A LA ARGENTINA.