Dave Calhoun, presidente ejecutivo saliente de Boeing, fue reelegido para seguir formando parte de la junta directiva de la atribulada empresa, incluso en un momento en que el fabricante de aviones dijo que se reunirá con el regulador de aviación estadounidense por sus problemas de control de calidad, según una publicación de Reuters.
Boeing se enfrenta a una crisis de gran envergadura que incluye múltiples investigaciones, posibles acciones judiciales por problemas y la caída de la producción de su avión más vendido.
El asesor de voto Glass Lewis había recomendado a los accionistas que votaran en contra de la reelección de Calhoun y otros dos consejeros, alegando su insatisfacción por los esfuerzos para transformar la cultura de seguridad del fabricante de aviones.
Calhoun dijo que la empresa se reunirá con la Administración Federal de Aviación (FAA) en un «par de semanas» para presentar un plan definitivo que respeta el plazo de 90 días fijado por el regulador estadounidense.
A fines de febrero, la FAA dijo que Boeing debía desarrollar un plan integral para abordar «problemas sistémicos de control de calidad», después de que una emergencia en pleno vuelo en enero suscitara nuevas preocupaciones en materia de seguridad.
«Anticipamos que la FAA se tomará el tiempo que sea necesario para revisar ese plan y hacernos responsables de los diversos parámetros de control que se establecerán a medida que avancemos», declaró Calhoun.
Steve Mollenkopf, exjefe de Qualcomm, dijo que la compañía contrató a un asesor externo para ayudar en la búsqueda del sustituto de Calhoun, quien anunció su adiós a fines de año como parte de una reorganización de la dirección tras la emergencia de enero en un nuevo 737 MAX 9.
Boeing está «comprometida con un proceso que identificará al próximo CEO para liderar Boeing a través de nuestros retos actuales y hacia el futuro», señaló.
