¿KC-747? Cuando Boeing convirtió un Jumbo en la “Reina de los Cisternas”

Gastón Dubois

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Boeing KC-747 SR-71

En la década de 1970, Boeing propuso un 747 adaptado como avión cisterna de reabastecimiento en vuelo para competir en el programa Advanced Cargo Transport Aircraft (ACTA) de la USAF. Pese a que el concurso fue finalmente ganado por el KC-10A Extender de la ya extinta McDonnell Douglas, la versión cisterna de la “Reina de los Cielos” no calló en el olvido.

El KC-747 (o KC-25/33)  fue una propuesta ambiciosa de Boeing para modificar el Boeing 747 en un avión cisterna de reabastecimiento en vuelo de nueva generación. El proyecto fue presentado para competir en el programa Advanced Cargo Transport Aircraft (ACTA) de la USAF contra los Lockheed C-5 Galaxy y L-1011, y el McDonnell Douglas DC-10. Boeing buscaba combinar la capacidad de transporte del Jumbo con la tecnología de reabastecimiento más avanzada de la época.

Características destacables:

  • Mayor capacidad de combustible: El KC-33 podía transportar hasta 209.000 kg (461.000 libras) de combustible, 100.000 kg (220.000 libras) más que el KC-135 Stratotanker, el principal avión cisterna de la época; y 40.000 kg (88.000 libras) más que el A330 MRTT.
  • Versatilidad: Además de su función principal de reabastecimiento en vuelo, el Jumbo «tanker» podía configurarse para transporte de carga, evacuación médica y operaciones de comando y control.
  • Transporte de tanques: refuerzos en la cubierta superior, una trompa abatible y una rampa desplegable, permitirían al KC-747 transportar vehículos blindados, incluido el M-113 y hasta un par de tanques M60.

Boeing KC-25 KC-33 KC-747

La primera prueba de vuelo tuvo lugar el 6 de julio de 1972, en la Base Edwards de la Fuerza Aérea Norteamericana. Durante el vuelo de más de 5 horas de duración, las características del avión 747 para la misión fueron evaluadas. El avión receptor, un bombardero estratégico B-52 probó diferentes posiciones de aproximación de aprovisionamiento.

Para estas pruebas, Boeing equipó un 747-100 (matrícula N1352B o RA-001, que fue el primer 747 construido) con equipamiento de testeo y se realizaron importantes modificaciones estructurales al fuselaje posterior para alojar la lanza de aprovisionamiento de combustible utilizada por los KC-135 (provista por la USAF) y para alojar la ventana y puesto de control de su operador. Si bien este Jumbo de pruebas no estaba habilitado para traspasar combustible, el sistema de pértiga instalado era completamente funcional.

Durante su extensa campaña de pruebas, el prototipo realizó “contactos secos” con aviones B-52 “Stratofortress”, SR-71 “Blackbird”, F-4 “Phantom II”, FB-111 “Aardvark”, los que hubieran sido sus clientes habituales en caso de haber sido seleccionado por la USAF.

Demasiado grande

Luego de eliminar de la competencia a los aviones de Lockheed (el C-5 y el TriStar), Boeing y McDonnell Douglas quedaron como finalistas. Pese a que el 747 se demostró como una plataforma muy estable y capaz para la misión, finalmente la Fuerza Aérea Norteamericana terminó eligiendo al KC-10 como su próxima aeronave cisterna de largo alcance. Entre las consideraciones que decantaron la balanza en contra del KC-33, las principales fueron el costo y el tamaño. El 747 es un avión demasiado grande, lo que imponía restricciones en cuanto a las bases y aeropuertos que podían recibirlo, reduciendo su flexibilidad operativa. Y además, era la opción más cara. Con el mismo presupuesto, se podían comprar más KC-10.

Rescatado por el Sha

Si bien al 747 cisterna no le fue bien en casa, sí que resultó del agrado del sha de Irán, Mohammad Reza Pahleví, que ordenó dos de estos aviones cuando aún estaba en marcha el programa ATCA, para reabastecer en el aire a su flota de cientos de cazas F-4 Phantom. Estos aviones no fueron conocidos como KC-33 porque se desarrollaron en el marco de un contrato comercial con Boeing y no contaron con la participación del Departamento de Defensa de EE.UU. Otros diez 747 sin capacidad de reabastecimiento en vuelo fueron también adquiridos para tareas de transporte.

Al día de hoy, uno de los dos KC-747 iraníes (uno se perdió en un accidente) sigue prestando servicios en la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF), lo que constituye todo un logro, teniendo en cuenta que el régimen iraní está sujeto a sanciones internacionales desde hace décadas.

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