A partir del 5 de agosto de 2024, los pasajeros cubanos que viajen desde La Habana a las Islas Caimán a través de Cayman Airways deberán obtener una visa de tránsito, anunció el Ministerio de Control de Fronteras, Trabajo y Cultura de las Islas Caimán.
Según datos del Control de Aduanas y Fronteras (CBC, por sus siglas en inglés) y Oportunidades Laborales y Residencia Caimán (WORC, por sus siglas en inglés), solo uno de cada cuatro pasajeros que compraron boletos de ida y vuelta desde La Habana a las Islas Caimán entre noviembre de 2021 y noviembre de 2023 usaron su boleto de regreso a Cuba. De los 12.381 pasajeros que volaron con boleto de ida y vuelta, solo 3.116 regresaron a Cuba con su boleto de Cayman Airways.
Actualmente, Cayman Airways opera con dos vuelos semanales entre La Habana (HAV) y Gran Caimán (GCM) con Boeing 737 MAX 8.
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Según un comunicado del Ministerio de Control de Fronteras, Trabajo y Cultura de las Islas Caimán, “Las estadísticas muestran que los ciudadanos cubanos están viajando a través de las Islas Caimán y luego a otros países de América del Sur o Central con un boleto de regreso, pero en algunos casos, no están regresando”.
El ministerio advirtió que la migración irregular de cubanos plantea varios riesgos para las Islas Caimán, incluidos “riesgo reputacional, riesgos de sanciones, riesgo de cancelación de rutas para Cayman Airways, riesgo de restricciones de visa para los caimaneses y riesgo de aumento de solicitudes de asilo por parte de ciudadanos cubanos en tránsito”.
Además, reconoció que “los migrantes están arriesgando todo para escapar de conflictos, desastres, pobreza o hambre” y subrayó la necesidad de tomar medidas para “disuadir” a los pasajeros de explotar las Islas Caimán o Cayman Airways durante intentos de migración irregular.
De acuerdo con Cayman Compass, Dwayne Seymour, ministro de Control de Fronteras, Trabajo y Cultura, declaró que “asegurar nuestras fronteras no se trata solo de líneas en un mapa; se trata de salvaguardar la integridad de nuestra nación y garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos. Al tomar medidas proactivas para gestionar la migración irregular, no solo mitigamos riesgos, sino que también defendemos los valores de orden y seguridad que nos definen como nación”.
