El Departamento de la Fuerza Aérea de los EE.UU. lanzó en enero una solicitud de información (RFI) a la industria para el desarrollo de un nuevo tipo de mini misil de crucero para equipar a los cazas de Ucrania con la capacidad de atacar blancos rusos a gran distancia.
La nueva arma, llamada provisionalmente ERAM [Extended-Range Attack Munition], debe ser un pequeño misil de crucero de ataque a tierra, pensado para ser relativamente barato para producirse masivamente y que permita a los futuros F-16 ucranianos (y otras aeronaves) atacar blancos en la retaguardia rusa, con una precisión aceptable.
Según el RFI publicado, las características “mínimas” buscadas para la nueva munición son:
- Arma ligera de 500 libras (226 kg)
- Alcance de 250 millas (450 km)
- Velocidad máxima de no menos de Mach 0,6 (o 716 km/h)
- Cabeza de combate de peso no definido, del tipo explosivo/fragmentador con cierto grado de capacidad de penetración y espoleta variables no definidas
- Capacidad de navegación en entornos de señal GPS degradada
- Debe tener una precisión terminal de CEP 50 en un radio de 10 metros (que el arma impacte dentro de los 10 metros del centro del objetivo, al menos el 50% de las veces), aún en entorno de gran interferencia electrónica
- Capacidad de enlace de datos del arma con el vehículo lanzador
- Diseño sencillo y barato que permita fabricar 1.000 municiones en dos años (mas de 40 unidades por mes)
Como podría ser el ERAM
Dado que se priorizará que la nueva munición posea un bajo peso y largo alcance, es esperable que esto repercuta negativamente en la velocidad y el peso de la ojiva de guerra, por lo que debería estar orientada a atacar blancos no muy protegidos, como sistemas de defensa aérea, piezas de artillería, aviones en tierra, puestos de mando y depósitos de munición/combustible no reforzados, equipamiento electrónico y nodos de comunicación, entre otros blancos “blandos”.
La limitación general de peso permitiría que los cazas F-16 que va a recibir la Fuerza Aérea Ucraniana puedan transportar 2 o 3 misiles por ala, permitiendo vencer las defensas antiaéreas enemigas por saturación.
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Los sistemas de guerra electrónica rusos, que se mostraron muy efectivos para negar la señal satelital de GPS en los armamentos suministrados por EE.UU. a Ucrania, como las bombas JDAM o la munición de artillería M982 Excalibur, fueron tomadas en cuenta. Para navegar hasta la zona de objetivo, y lograr hacer blanco, es probable que el ERAM posea un sistema de guía inercial asistido por GPS y un sistema optrónico de guía terminal con capacidad de navegación por reconocimiento de hitos en el terreno (TERCOM). También sería esperable que posea algoritmos de inteligencia artificial para reconocer el objetivo visualmente, como la bomba israelí Spice 250.
La propulsión seguramente se basará en un motor turborreactor, para maximizar el alcance, a fin de que los aviones ucranianos puedan operar con relativa seguridad.
Son muchas capacidades que se pretende empaquetar dentro de un volumen pequeño. Y, además, debe ser relativamente barato y fácil de producir en gran escala, para acomodar las ingentes necesidades de munición de una guerra de alta intensidad, como la que libran Ucrania y Rusia. Es todo un desafío técnico al que deberán dar respuesta los interesados en el RFI. Y si los objetivos se logran y la munición se demuestra costo/efectiva, es lógico pensar que va a ser incorporada al arsenal de muchas otras Fuerzas Aéreas de la OTAN y sus aliados.