Las principales aerolíneas del mundo están entrando en una nueva era de preocupaciones logísticas debido a la escasez de números de vuelo disponibles. En teoría, cada aerolínea puede tener hasta 9999 números de vuelo, pero la creciente concentración de vuelos en codeshare está ocupando rápidamente esos números, lo que genera un posible conflicto, según un reporte de nuestro medio asociado, Aeroin.
Los números de vuelo no son solo secuencias aleatorias; también simbolizan la importancia de una ruta para la aerolínea. Por ejemplo, Air France asigna el AF1 a su conexión con Nueva York-JFK, mientras que Qantas utiliza el QF1 para Londres. Estos vuelos con números más bajos se consideran prestigiosos y, a menudo, se asignan a rutas de alta relevancia.
Con la práctica común del codeshare, que permite a las aerolíneas compartir rutas y vender boletos de otras bajo sus propias designaciones, la demanda de números de vuelo ha aumentado drásticamente.
Lufthansa, por ejemplo, organiza sus números de vuelo según la región de destino, pero esto también significa que las aerolíneas deben planificar cuidadosamente para evitar quedarse sin números.
American Airlines, siendo la mayor aerolínea en términos de pasajeros, enfrenta particularmente este desafío. Con cerca de 6700 vuelos diarios, la compañía tiene numerosos acuerdos de codeshare y, por lo tanto, debe asignar sus propios números de vuelo a los vuelos de sus socios.
Como resultado, Bryan Znotins, planificador de redes de la aerolínea estadounidense, advirtió que ya tienen que duplicar números, asignando el mismo número para rutas en direcciones opuestas o para vuelos distintos que no operan al mismo tiempo.
Cambios y soluciones futuras
El cambio de un sistema de cuatro a cinco dígitos no es una solución simple. Para American Airlines, tal transición sería lenta y costosa, por lo que la empresa planea continuar utilizando métodos alternativos para sortear esta limitación.
Según Znotins, el problema también se refleja en tres de las aerolíneas más grandes del mundo: American Airlines, United Airlines y Delta Air Lines. Aunque Southwest y Ryanair también operan muchos vuelos, aún están lejos de enfrentar la misma presión que las mayores aerolíneas norteamericanas.
Las implicaciones de esta crisis de números de vuelo no solo incluyen posibles confusiones operativas, sino también desafíos relacionados con la gestión de horarios y rutas. A medida que el sector aéreo continúa expandiéndose y la demanda de viajes aumenta, las aerolíneas necesitarán encontrar soluciones innovadoras para garantizar que puedan operar de manera eficiente y efectiva, manteniendo la claridad en la información para los pasajeros.