Uno de los retos más complejos que enfrenta la Fórmula 1 es la logística para transportar equipos entre diferentes continentes, garantizando que todos los elementos, desde los monoplazas hasta las herramientas más pequeñas, esté en el lugar correcto, en el momento preciso. Esta tarea se complejiza aún más en las tres carreras consecutivas en América, que incluyen los Grandes Premios (GP) en Estados Unidos, México y Brasil.
En la temporada 2023, DHL, socio logístico oficial de la F1, transportó alrededor de 1,400 toneladas de equipos a lo largo de más de 150,000 kilómetros. DHL cuenta con un equipo especializado de 35 expertos que viajan a cada carrera para gestionar el transporte, instalación, desmontaje y embalaje de los equipos.
Cada equipo transporta aproximadamente 50 toneladas de carga a cada carrera, y en los GP en América, toda la logística se vuelca en el transporte aéreo, especialmente cuando las carreras se celebran en semanas consecutivas, haciendo que el tiempo sea un factor crucial.
Después del Gran Premio de Estados Unidos en Austin, Texas, la Fórmula 1 se dirige a Ciudad de México para la segunda etapa. El trayecto desde el Circuito de las Américas (COTA) hasta el Autódromo Hermanos Rodríguez cubre aproximadamente 1,500 kilómetros, con gran parte de la carga transportada por camiones desde el autódromo al aeropuerto y viceversa en México. También se transportan los monoplazas y otros equipos cruciales en aviones de carga, principalmente Boeing 747.
El Autódromo Hermanos Rodríguez, ubicado a 2,200 metros sobre el nivel del mar, es el circuito más alto del calendario de la Fórmula 1, lo que representa un desafío particular para los equipos. A esa altitud, el rendimiento de los monoplazas se ve afectado, sobre todo en cuanto a la refrigeración. Esto contrasta con los 150 metros de altitud del circuito en Austin, lo que resalta la importancia de adaptar los monoplazas a las condiciones de cada carrera.
Una vez finalizada la carrera en México, los equipos se trasladarán a São Paulo, Brasil, para la última etapa de la triple jornada. Aquí, el factor climatológico cambia de un clima seco a uno más húmedo, añadiendo otro reto para los equipos.
En Brasil, la carrera se llevará a cabo en el Autódromo de Interlagos, donde los equipos deberán ajustarse a las condiciones climáticas y a las especificidades del circuito. La logística entre Ciudad de México y São Paulo es similar, requiriendo un despliegue masivo de aviones de carga y vuelos chárter para mover tanto los equipos como el personal.
El rol de los Boeing 747 y la logística aérea en la F1
Uno de los principales actores en esta logística es el Boeing 747. Sin embargo, debido al gran volumen de los equipos de las diez escuderías, un solo 747 no es suficiente para transportar todo en un solo vuelo. Los Boeing 747-400F y 747-8F tienen una capacidad de carga que oscila entre 112 y 124 toneladas, lo que obliga a realizar múltiples vuelos para cada carrera. Este año, Atlas Air ha sido nuevamente contratado para transportar los equipos por América.
Según Flightradar24, después del GP en Austin, el 21 de octubre, comenzó un intenso movimiento logístico en el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (NLU/AIFA) en Ciudad de México, recibiendo los primeros vuelos de carga con Boeing 747 desde el Aeropuerto Internacional Bergstrom/Austin. En total, se realizarán ocho vuelos en 39 horas para mover los equipos.
Además, VivaAerobus y Allegiant Air han operado vuelos chárter para transportar a mecánicos y personal de las escuderías.
Para el traslado de los equipos de México a Brasil, los 747 de Atlas Air continuarán siendo utilizados entre AIFA y el Aeropuerto Internacional de Campinas/Viracopos (VCP). A esto se sumarán dos vuelos adicionales operados por Airbus A330-900 de Azul hacia Guarulhos, que transportarán a equipos, pilotos y personal de las escuderías.