Uno de los equipos de acrobacia aérea más reconocidos del mundo, el Flying Bulls Aerobatics Team de Red Bull, logró una hazaña inédita: una maniobra invertida en formación alrededor del puente Mala Rijeka, en Montenegro, uno de los viaductos ferroviarios más altos del planeta.
Volando a velocidades de hasta 400 km/h y con distancias de solo unos pocos metros entre los aviones, el grupo demostró habilidades excepcionales, redefiniendo los límites de lo posible en la aviación acrobática.
La hazaña incluyó fuerzas que variaron entre -5G y +7G, además de maniobras nunca antes vistas, lo que requirió una concentración total y un trabajo en equipo de alta precisión, según reporta nuestro medio asociado, Aeroin. El looping, absolutamente único en el mundo, fue ejecutado sobre un puente en un valle estrecho, donde cualquier error podría haber sido fatal.
Desafíos únicos en un escenario icónico
El escenario elegido fue el espectacular valle que alberga el puente Mala Rijeka, conocido por su geografía desafiante. “Buscábamos un lugar adecuado en la República Checa, pero siempre había obstáculos, como cables o la proximidad a áreas residenciales. En Montenegro, encontramos el escenario perfecto, con espacio libre y un paisaje impresionante,” explicó Stanislav Čejka, líder del equipo.
La complejidad de la maniobra exigió meses de planificación. Desde febrero, los pilotos participaron en entrenamientos intensivos que incluyeron sobrevuelos y pruebas progresivas hasta la ejecución del looping invertido alrededor del puente. “Cada etapa fue planificada en detalle. El valle es muy estrecho, y los errores no están permitidos,” comentó Čejka.
Precisión técnica y confianza en el equipo
Una de las maniobras más desafiantes fue el looping invertido, algo nunca antes realizado en condiciones tan extremas. “Fue extremadamente difícil, sobre todo por la necesidad de esquivar constantemente los pilares del puente. El piloto líder debe ser absolutamente preciso, o existe el riesgo de una colisión,” destacó Martin Špaček, miembro del equipo.
La comunicación por radio entre los pilotos se mantuvo al mínimo, con comandos simples como “loop” o “push”. “Cada posición en la formación es fija, y la confianza en el líder es esencial. No hay margen para correcciones durante el vuelo,” añadió Špaček.
El papel crucial del dron FPV
Además de los cuatro aviones, un dron FPV operado por el piloto conocido como Cola capturó imágenes únicas de la hazaña.
“Volar a 400 km/h y grabar junto a las aeronaves exigió decisiones rápidas y precisas. Era esencial estar siempre un paso adelante,” explicó Cola. El uso del dron fue fundamental para registrar la maniobra desde ángulos inéditos, destacando tanto la habilidad humana como los avances tecnológicos.
Superando miedos y celebrando el éxito
Aunque los pilotos reconocen los riesgos, el riguroso entrenamiento y la confianza mutua les ayudaron a superar el miedo. “Claro que el miedo existe, pero sabemos que estamos bien entrenados y que contamos con un líder confiable,” dijo Čejka. Tras el éxito, el equipo celebró con alivio y gratitud. “Dije por radio que volaría con Stanislav para siempre. Fue una sensación indescriptible,” compartió Tvrdík.