El parapente es una actividad apasionante y proporciona una vista privilegiada de los paisajes. Sin embargo, cuando se realiza cerca de aeropuertos, esta práctica supone un riesgo importante para la seguridad de la aviación y para los propios pilotos de parapente, publicó nuestro medio asociado Aeroin.

El Departamento de Control del Espacio Aéreo (DECEA) explica que la aproximación y el despegue de aeronaves en aeropuertos con mucho tráfico requieren la máxima seguridad. Un parapente en la trayectoria de un avión comercial o militar puede crear situaciones de alto riesgo, entre ellas:

• Colisiones en el aire: Los aviones comerciales viajan a velocidades superiores a 250 km/h a baja altitud. Un impacto con un parapente puede ser fatal para el piloto y comprometer la seguridad de la aeronave;
• Turbulencia de estela: Los grandes chorros generan intensas corrientes de aire que pueden desestabilizar un parapente, provocando una caída incontrolable;
• Infracción de la legislación aeronáutica: Está prohibido volar en parapente en zonas controladas, como por ejemplo cerca de aeropuertos, sin autorización expresa de los organismos responsables.

El DECEA es el organismo que regula el uso del espacio aéreo brasileño y establece reglas estrictas para las operaciones aéreas. Los vuelos recreativos, como el parapente, el ala delta y el paramotor, deben seguir las pautas del Reglamento de Tránsito Aéreo (ICA 100-12).

Puntos importantes del reglamento:

• Está prohibido volar sin autorización dentro de las zonas de aproximación y despegue del aeropuerto.
• Cualquier actividad aérea en espacio controlado requiere una coordinación previa con los organismos responsables del control del tráfico aéreo.
• El incumplimiento de las normas puede dar lugar a multas, incautación de equipos e incluso procedimientos penales en casos de riesgo para la seguridad aérea.

Inspección y medidas preventivas

El aumento de incidentes con parapentes cerca de los aeropuertos ha provocado un aumento de la vigilancia por parte de las autoridades aeronáuticas y la Policía Militar. Se han utilizado medidas como monitoreo aéreo, denuncias de pilotos y acciones educativas para frenar prácticas irregulares.

El jefe del Subdepartamento de Operaciones (SDOP) del DECEA, brigadier aéreo André Gustavo Fernandes Peçanha, sostuvo que los vuelos "en zonas restringidas, como cerca de aeropuertos, pone en riesgo no sólo la vida del piloto, sino también la seguridad de cientos de pasajeros y tripulantes a bordo de la aeronave. El respeto de las normas es esencial para evitar accidentes y garantizar la armonía en el espacio aéreo”.

"Además, es fundamental que los clubes y escuelas de ala delta concienticen a sus practicantes de los riesgos y restricciones, fomentando los vuelos en zonas permitidas y seguras. La emoción de volar no puede comprometer la seguridad de la aviación. Volar en parapente cerca de los aeropuertos no sólo es una infracción, sino un peligro real para todos los involucrados. La concienciación, el respeto de las normas y una vigilancia estricta son fundamentales para evitar tragedias en el cielo, remarcó.