Un vuelo de Iran Airtour programado para despegar de Teherán a París la semana pasada fue cancelado debido a la objeción de la aerolínea estatal Iran Air, que citó un conflicto comercial.

La situación impidió que éste fuera el primer vuelo de una aerolínea iraní a Europa en casi tres meses, en un período marcado por las sanciones contra el país.

Desde el mes de octubre del año pasado, los vuelos de Iran Air a los países de la Unión Europea están suspendidos debido a las sanciones impuestas por el bloque en respuesta a la transferencia de drones de fabricación iraní a Rusia, que son utilizados en la guerra contra Ucrania, informó el medio asociado Aeroin.

La reciente suspensión del vuelo B9-9770 de Iran Airtour con destino a París fue confirmada en declaraciones difundidas por medios de comunicación afiliados al gobierno, que informaron que el gobierno francés revocó inesperadamente la licencia de la aerolínea.

La compañía iraní se comprometió a devolver la totalidad del importe de los billetes a los pasajeros que los habían comprado, responsabilizando a la Autoridad de Aviación Civil francesa de revocar el permiso de vuelo sin una explicación clara.

Un informante reveló a Iran International que la denuncia presentada por Iran Air, considerado el operador estatal, fue el factor determinante en la cancelación de la autorización del vuelo por parte de Francia.

Además, el informante destacó que Iran Airtour y su CEO incumplieron compromisos durante el proceso de transferencia de la empresa, lo que la mantiene como subsidiaria de Iran Air, la aerolínea insignia de la República Islámica.

Según los medios de comunicación que cubren Irán, una revisión de la situación realizada por Iran International indicó que el proceso de privatización de Iran Airtour aún está incompleto y no hay documentos legales que confirmen la transformación de la empresa en una entidad del sector privado.

Fundada en 1973 por Iran Air, Iran Airtour tiene su sede en Mashhad, al noreste de Irán. La situación actual ilustra los desafíos que enfrenta la industria de la aviación iraní, especialmente en un contexto en el que las tensiones geopolíticas y las sanciones económicas limitan las operaciones internacionales y complican los esfuerzos del país por reestructurar y diversificar su aviación comercial.