Airbus y Dassault habrían llegado a un acuerdo tentativo respecto del programa tri-nacional de un sistema de combate aéreo de nueva generación (FCAS), luego de semanas de estancamiento producido por el malestar alemán respecto de la carga de trabajo que le tocaba en el programa, así como cuestiones de propiedad intelectual.
Sin embargo ahora, según fuentes de la industria consultadas por Reuters, las negociaciones para la continuación del programa se estarían encaminando.
El acuerdo, informado por primera vez por Le Tribune, allana el camino para que se reanuden las conversaciones a nivel político entre los tres gobiernos que respaldan el proyecto: Francia, Alemania y España, según dijo la fuente.
Airbus y Dassault declinaron hacer comentarios.
NGWS/FCAS
El proyecto Future Combat Air System (NGWS/FCAS) está diseñado para reemplazar al Eurofighter alemán-español y al Rafale francés con una combinación de aviones tripulados y no tripulados a partir de 2040.
Con el ingreso de España en el programa, se modificó y firmó un nuevo acuerdo en el cual se repartieron entre los 3 socios las responsabilidades de los diferentes pilares de desarrollo tecnológico de la Fase 1A.
Lanzado por primera vez como un proyecto binacional por la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron en 2017, el programa se ha visto afectado por diferencias políticas y desacuerdos corporativos, que llegaron a un punto crítico el 5 de febrero, cuando Merkel cuestionó públicamente la división de tareas del programa, durante el concejo de defensa franco-alemán:
“Es un proyecto bajo el liderazgo francés, pero aún garantiza que los socios alemanes puedan estar a un nivel satisfactorio en comparación con sus contrapartes [francesas]. Por lo tanto, debemos ver con mucha precisión las cuestiones de la propiedad industrial, el reparto de tareas y el reparto del liderazgo “
Asimismo, también enfrenta competencia europea, encarnada en el proyecto Tempest, liderado por BAE Systems, que involucra a Gran Bretaña, Suecia e Italia.
Quejas, amenazas y negociaciones
Antes de la firma de la siguiente fase del programa, los alemanes exigieron una renegociación que lleve a un reparto de trabajo y de propiedad intelectual más equilibrado entre las partes. Desequilibrio que se evidenciaba, según los germanos, en el hecho de que Francia dirigiría el desarrollo del demostrador tecnológico.
Según palabras del presidente general del comité de Airbus, Thomas Pretzl:
“Con un volumen de 300.000 millones de euros, es el mayor proyecto de defensa de los próximos años y, por tanto, uno de los mayores proyectos de política industrial en Europa en un futuro próximo. Si Alemania renuncia ahora a un demostrador al inicio del proyecto, entonces el FCAS se convertirá en un proyecto de política industrial para Francia, financiado en gran medida por Alemania ”.
Por lo tanto, voces en Alemania se alzaron para exigir la creación de un demostrador tecnológico propio, como para equilibrar la balanza con Francia.
A su vez, Eric Trappier, CEO de Dassault cuestionó duramente esa iniciativa y remarcó que dentro del grupo del FCAS, solo Francia posee el conocimiento técnico necesario para encarar las demandas de un proyecto tecnológico de esta envergadura. De hecho, aseguro que si las negociaciones terminan por estancarse, Francia está en la capacidad de continuar los trabajos en solitario.
Detrás de estas declaraciones cruzadas que se vienen dando desde hace semanas, las negociaciones para limar asperezas continuaron y ahora habría una propuesta conjunta del grupo de defensa europeo Airbus y Dassault para un mejor reparto de la carga de trabajo.
Dassault aceptó que Airbus reciba una mayor participación general en el trabajo de NGWS/FCAS, pero Eric Trappier sigue dispuesto a buscar una alternativa de «Plan B» si las conversaciones fracasan, particularmente los escabrosos asuntos de la propiedad intelectual, que el CEO de Dassault defiende a capa y espada.
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