EE. UU. retiene 500 millones de dólares en repuestos de aeronaves rusas debido a sanciones
El gobierno de Estados Unidos está actualmente reteniendo componentes de aeronaves rusas previamente comprados, incluidas piezas para aviones de Boeing y Airbus, que totalizan un valor de aproximadamente 500 millones de dólares.
Según Ru Aviation, el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia está intentando desbloquear el envío de estas piezas, tal como lo manifestó el ministro Anton Alikhanov en una entrevista con el periódico Izvestia.
“Tenemos alrededor de 500 millones de dólares en piezas de aeronaves destinadas a nuestra industria de la aviación retenidas en EE. UU., que ya han sido pagadas”, afirmó Alikhanov. “Por lo tanto, creo que, como representantes de los consumidores, tenemos interés en desbloquear el suministro de estas piezas, entre otras cosas. Esto sería bastante importante", agregó.
Las sanciones están impactando de manera significativa el mantenimiento de equipos. Un ejemplo es el Sistema de Prevención de Colisión Aérea (TCAS), que es fabricado y reparado exclusivamente por la empresa estadounidense Honeywell, explicaron desde Rusia. Sin las piezas de repuesto, la reparación se vuelve mucho más difícil, y algunos trabajos simplemente no se pueden realizar.
Las empresas rusas están desarrollando equivalentes propios para los componentes importados, y Rosaviatsia (Agencia Federal de Transporte Aéreo) está certificando estos nuevos productos y monitoreando la navegabilidad continua de las aeronaves. También se requieren partes consumibles esenciales, como discos de freno, llantas y componentes de los motores, reporta nuestro medio asociado, AEROIN.
Además, Rusia busca el reconocimiento de los trabajos de reparación en aeronaves extranjeras realizados por empresas rusas bajo sanciones, incluso sin las licencias apropiadas de los fabricantes extranjeros. Alikhanov mencionó que se están haciendo progresos en varias cuestiones en esta área.
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“Por ejemplo, el reconocimiento de trabajos de reparación realizados en aeronaves extranjeras, refiriéndome a Airbus y Boeing, que fueron realizados por empresas rusas en condiciones de sanciones, sin la verificación de las licencias relevantes de los fabricantes extranjeros. Esto también es algo que nos interesa”, dijo el ministro.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania, Occidente impuso severas restricciones a la aviación rusa. EE. UU. y la UE prohibieron que las aerolíneas rusas volaran en su espacio aéreo, con excepciones solo para vuelos humanitarios. En respuesta, Rusia cerró su espacio aéreo a aeronaves de 36 países, incluidos los de la UE, Japón, Corea del Sur, EE. UU. y Canadá.
Washington y la UE también interrumpieron el suministro de componentes para las aerolíneas rusas y bloquearon el acceso a piezas suministradas a través de terceros. En noviembre de 2022, EE. UU. suavizó parcialmente las restricciones, permitiendo el mantenimiento de aeronaves registradas fuera de Rusia. Sin embargo, las principales restricciones siguen vigentes.
Las negociaciones entre Moscú y Washington, que se reanudaron con la llegada del gobierno de Donal Trump en EE. UU., inicialmente parecieron prometedoras para la eliminación de al menos algunas sanciones occidentales.
Sin embargo, después de una nueva ronda de negociaciones el 23 de marzo en Yeda, el proceso de resolución de la guerra en Ucrania se estancó, y el presidente Trump expresó su insatisfacción con la posición del presidente ruso Vladimir Putin, amenazando con nuevas sanciones y aranceles sobre el petróleo ruso.
En Rusia, hay una evaluación realista de los eventos actuales y de la interacción existente con la nueva administración de EE. UU. Por lo tanto, se considera improbable que se logre un compromiso para suavizar las restricciones en el sector de la aviación, y es improbable que las piezas ya pagadas sean entregadas.
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