El "Gran Salto Adelante" de la Aviación de Combate China: ¿Ha Llegado la Era de los Cazas de Sexta Generación?
China sorprende con el vuelo de dos prototipos de cazas de sexta generación. Se adelantó a la competencia?
El pasado 26 de diciembre, coincidiendo con un nuevo aniversario del nacimiento de Mao Zedong, China sorprendió al mundo al poner en vuelo y permitir la difusión de imágenes de dos prototipos de cazas de sexta generación. Este logro es aún más impresionante si consideramos que su segundo caza de quinta generación, el J-31/35, aún no ha entrado en servicio, y que la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) mantiene un número significativo de aviones de combate de tercera generación en su inventario, aunque no en sus unidades de primera línea, a la espera de una modernización.
La rapidez con la que China avanza en el desarrollo de su tecnología aeroespacial resulta notable, y con esta última demostración, aparentemente, ha superado a sus rivales occidentales al convertirse en la primera potencia en poner en vuelo no uno, sino dos prototipos de cazas con características propias de la sexta generación.
Evolución de la Aviación Militar China
Para poder visualizar mejor esta capacidad china de evolucionar su aviación militar "a saltos", hagamos un pequeño repaso del desarrollo de sus aviones de combate sigilosos.
J-20 Mighty Dragon
El J-20 Mighty Dragon, desarrollado por Chengdu Aircraft Corporation (CAC), es el primer caza de quinta generación de China, diseñado para lograr la superioridad aérea gracias a su avanzada electrónica y alta capacidad furtiva. Su desarrollo comenzó en la década de 1990 y su primer vuelo ocurrió en enero de 2011. En diciembre de 2016, el J-20 entró en servicio con la PLAAF, adelantándose a las expectativas de los analistas occidentales. Desde su introducción, ha sido constantemente actualizado, incluyendo mejoras en aerodinámica, aviónica, recubrimiento, así como el reemplazo de los motores rusos AL-31F que equipaban a los J-20 de los primeros bloques, por los nacionales WS-10C.
En 2019, el J-20 entró en producción en masa, consolidándose como la punta de lanza de la aviación de combate china. Sin embargo, el Mighty Dragon es un diseño que sigue en rápida evolución. En 2021, surgió el primer prototipo del J-20S, una variante biplaza, probablemente creada para misiones de guerra electrónica o como un mini puesto de mando y control aerotransportado. En diciembre de 2022, comenzó sus pruebas en pista el prototipo del J-20A, con mejoras aerodinámicas y electrónicas significativas, destacando principalmente por la integración de los modernos motores WS-15, que le darían al J-20 la capacidad de supercrucero.
Los FC-31-J-31-J-35-J-35A Gyrfalcon
La segunda línea de cazas chinos de quinta generación comenzó con el proyecto FC-31 a mediados de la década de 2000, como una iniciativade Shenyang Aircraft Corporation (SAC) para desarrollar un caza de combate de quinta generación de tamaño mediano y con potencial de exportación. Propulsado por motores rusos RD-33 (los del MiG-29), el prototipo #31001 del FC-31 realizo su primer vuelo de prueba en 2012, pero la PLAAF no mostró interés en el avión, prefiriendo concentrar sus recursos en la producción del J-20.
Quien sí mostró interés fue la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN), que encargó un rediseño completo del avión para su operación embarcada, dando origen al J-35, cuyo primer vuelo tuvo lugar a finales de octubre del 2021.
Propulsado por motores chinos WS-21, el J-35 presenta un diseño de cabina innegablemente similar a la del F-35. También posee un sistema optrónico tipo IRST o EOTS bajo su nariz y una escalerilla de embarque similar a las del caza norteamericano.
El J-35 cuenta con una bahía interna de armas cuya capacidad de carga estimada es de 2.268 kg, con seis puntos duros para misiles aire-aire o armamento aire-superficie. Cuando la misión no exige el máximo grado de sigilo, esta capacidad armamentística puede ser aumentada por otros seis puntos duros en las alas.
Reconociendo lo interesante que había quedado el J-35 de la Armada, la PLAAF pidió a la corporación Shenyang que les desarrolle una variante sin gancho de detención y sin sistema de plegado de las alas. En consecuencia, el fuselaje del J-35A debería ser más ligero que el de su hermano naval, lo que mejoraría su rendimiento.
El primer prototipo J-35A realizó su vuelo inaugural el 26 de septiembre de 2023 y fue presentado al público oficialmente en el Salón Aeronáutico de Zhuhai de 2024. Se rumorea que el avión entrará en servicio limitado en la PLAAF en 2025, antes que la versión naval que le dio origen.
Salto generacional
El avance de la tecnología china en aviación militar es vertiginoso. Un país que comenzó su carrera aeroespacial con un retraso de varias décadas respecto a Rusia, EE.UU. y Europa, logró desarrollar y poner en servicio operativo su primer avión de combate de quinta generación en aproximadamente 20 años. El desarrollo de su segunda línea de cazas stealth para la PLAAF y PLAN fue aún más rápido, a pesar de un periodo inicial en el que el FC-31 no encontró interesados.
En resumen, China, que actualmente opera un solo modelo de caza stealth en servicio, con más de 200 unidades fabricadas, está a punto de incorporar su segunda línea de cazas de quinta generación. Pero, además, parece haber logrado superar a sus contrapartes occidentales al poner en vuelo dos prototipos de una nueva generación de aviones de combate de baja firma radar, que parecen ser cazas de sexta generación.
Dos modelos de caza complementarios
Los cazas de sexta generación que se exhibieron el 26 de diciembre no parecen ser diseños en competencia por un contrato de producción, sino dos modelos destinados a complementarse dentro de la estructura de las Fuerzas Armadas Chinas.
El poderoso caza trimotor diseñado por la compañía Chengdu, denominado extraoficialmente como J-36, es tal vez el modelo más vanguardista de los dos. La observación del material fotográfico permite especular que el J-36 posee 3 bahías de armas, incluida una central de gran tamaño, lo que le permitiría portar un considerable número de municiones internas, incluyendo misiles hipersónicos y misiles aire-aire de muy largo alcance como el PL-17.
Parece presentar una configuración de radar principal similar a la elegida para el Su-57 ruso, con una antena frontal y dos laterales para una amplia cobertura. Además, sobre estas antenas laterales, se observan ventanas que podrían albergar equipos optrónicos avanzados tipo IRST o EOTS, e incluso potencialmente armamento láser, una capacidad en estudio para los cazas de sexta generación. Finalmente, el avión parece estar recubierto por una especia de “piel flexible”, particularmente en la zona de las superficies de control de las alas.
Esta aeronave parece diseñada para ser el combatiente de peso pesado de la dupla, capaz de transportar una carga de armamento significativa a grandes distancias y altas velocidades. Las capacidades previstas del J-36 permitirían a la PLAAF extender notablemente su radio de acción para operaciones defensivas de patrulla, así como ejecutar operaciones ofensivas aire-aire y aire-superficie con impacto operacional o estratégico, amenazando directamente la retaguardia y logística del enemigo. Los objetivos probables del J-36 incluyen buques de guerra, bases aéreas, sistemas de comunicación y radares en las cadenas de islas del Pacífico, así como aviones de inteligencia, mando y control, y transporte militar, que ya no estarían seguros en la retaguardia bajo la protección de cazas de escolta.
En definitiva, el J-36 podría actuar como un multiplicador de fuerza dentro de la estructura militar china, permitiendo a la PLAAF mantener una presencia disuasoria a grandes distancias de sus bases operativas con un número relativamente bajo de aviones, complicando el despliegue de fuerzas antagonistas.
Por otro lado, el caza bimotor con ala en forma de lambda de Shenyang Aircraft Corporation (tentativamente denominado J-50), parece seguir una filosofía diferente. Diseñado para mantener un elevado nivel de sigilo desde todos los ángulos, este modelo prioriza la agilidad sobre las prestaciones cinemáticas, seguramente ofreciendo un menor costo de producción y mantenimiento. Es probable que esté destinado a ser producido en mayores números que el J-36, y se especula que la Armada China podría desarrollar una versión naval de este modelo para operaciones embarcadas.
¿Llegó la sexta generación?
La evolución de los cazas furtivos chinos, desde el J-20 hasta los presuntos modelos de sexta generación como el J-36 y el J-50, evidencia los esfuerzos decididos de China por cerrar la brecha tecnológica con Estados Unidos y, en lo posible, superarla. Estos avances empiezan a hacerse notar de manera tangible. Por supuesto, habrá quienes cuestionen si los modelos presentados en diciembre califican realmente como cazas de sexta generación. Pero, ¿qué define exactamente a un avión de combate de esta categoría? Si las características que determinan un caza de quinta generación han ido cambiando con el tiempo, es comprensible que el debate sobre las especificaciones de la próxima generación sea aún más complejo. Así como Estados Unidos estableció el estándar para los cazas de quinta generación con la introducción del F-22—un estándar que luego se ajustó para incluir al F-35—, si China consigue ser la primera en desplegar una nueva generación de cazas en servicio activo, será ella quien defina el estándar global para los cazas de sexta generación. Al fin y al cabo, quien define las reglas del juego, ejerce el control.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión