KF-21 Boramae: Corea del Sur e Indonesia buscan reactivar cooperación
Tras años de incertidumbre, ambas naciones buscan soluciones para el programa conjunto KF-21.
Pese a que todo parecía indicar que la sociedad entre Corea del Sur e Indonesia para el programa de desarrollo conjunto del caza KF-21 se habría fracturado irreversiblemente debido a incumplimientos en materia de financiamiento y los desacuerdos sobre transferencia de tecnología, parece que aún las partes tienen voluntad de llegar a algún tipo de compromiso. La semana pasada, el director de la Agencia de Adquisiciones de Defensa de Corea del Sur (DAPA), Seok Jong-gun, se reunió en Yakarta con el viceministro de Defensa de Indonesia, Donny Ermawan Taufanto, con el objetivo de fortalecer la cooperación bilateral y encontrar soluciones para el proyecto.
El desarrollo del KF-21 Boramae, un caza de generación 4.5 (que en su futuro block 2 será de quinta generación), es una iniciativa clave para la industria de defensa surcoreana, con un cronograma que prevé la finalización de su desarrollo en 2026 y las primeras entregas para la Fuerza Aérea de Corea del Sur en ese mismo año. Sin embargo, la participación de Indonesia ha sido incierta y controversial desde hace varios años debido a cuestiones financieras y un notable incidente de seguridad que ha complicado aún más las negociaciones.
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El conflicto por la financiación y la transferencia de tecnología
Indonesia, que originalmente se comprometió a aportar aproximadamente 1.100 millones de dólares para el desarrollo del KF-21, logró en 2022 reducir su contribución a 408,9 millones de dólares debido a dificultades económicas. A pesar de esta concesión, Yakarta aún no ha ratificado los nuevos términos del acuerdo, lo que ha generado frustración entre los funcionarios surcoreanos.
A esto se suma la cuestión de la transferencia de tecnología, un punto clave del convenio, ya que Indonesia busca asegurar acceso a información sensible sobre el caza para producir su propia versión, denominada IF-X. Sin embargo, el episodio ocurrido en febrero de 2022, en el que técnicos indonesios intentaron sustraer datos clasificados del programa mediante un dispositivo USB no autorizado, ha afectado la confianza entre ambas partes. Según JoongAng Ilbo, actualmente cinco técnicos indonesios continúan retenidos en Corea del Sur mientras avanza la investigación, y las autoridades de Yakarta han condicionado la firma del nuevo acuerdo a la resolución de este caso.
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Compromiso para mantener la cooperación
Pese a las dificultades, durante la reunión en Yakarta ambas partes reafirmaron su intención de continuar con el desarrollo conjunto del KF-21 y discutieron alternativas para la reestructuración de los pagos pendientes de Indonesia. Además, DAPA evaluó la capacidad de producción de la empresa estatal indonesia PT Dirgantara Indonesia (PTDI) y expresó su apoyo para que cumpla con los requisitos necesarios para la fabricación del IF-X.
En paralelo, se abordaron otros proyectos de cooperación, como la producción local del entrenador KT-1 y la fabricación y mantenimiento de helicópteros y sus componentes. En este sentido, se destacó la reciente adjudicación de un contrato de 64 millones de dólares para extender la vida útil de 12 entrenadores KT-1 utilizados por Indonesia desde 2003, así como la continuidad del segundo lote del entrenador avanzado T-50, que prevé la entrega de dos unidades en 2025.

Otro punto clave de la reunión fue la confirmación de la participación de ambos países en los próximos eventos de defensa: Indo Defense 2025 en Yakarta y la exhibición Seoul ADEX en Corea del Sur en octubre del mismo año. Estas ferias serán oportunidades clave para afianzar la cooperación y generar nuevos acuerdos en el sector.
Consecuencias para el proyecto KF-21
La falta de avances concretos en la renegociación del acuerdo pone en riesgo el cronograma del KF-21 y podría afectar su costo unitario. La cooperación inicial contemplaba la producción de 120 unidades para Corea del Sur y 48 para Indonesia bajo el programa IF-X, pero las demoras en los compromisos financieros y tecnológicos generan incertidumbre sobre la viabilidad del esquema.
El director de DAPA, Seok Jong-gun, destacó la importancia del encuentro, al ser la primera reunión de alto nivel tras el incidente de 2022 y un paso clave para restablecer la cooperación en defensa.
“A través de este diálogo, hemos asegurado un nuevo impulso para fortalecer la colaboración con Indonesia en el desarrollo y producción del KF-21, además de ampliar las oportunidades en el sector de defensa en el Sudeste Asiático”, afirmó el funcionario surcoreano.
La resolución de la participación indonesia en el desarrollo del caza es un punto clave para la relación bilateral y para la posición estratégica de Indonesia dentro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
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