La difícil tarea de informarse sobre un accidente aéreo y no intoxicarse con el humo
El accidente del vuelo AI171 de Air India vuelve a sacudir a la aviación mundial y, con él, resurgen los peores vicios del periodismo, influencers y "especialistas": hipótesis apresuradas, imágenes morbosas y el mismo ruido de siempre. En esta guía —originalmente publicada en 2019 y hoy actualizada— explicamos cómo informarse tras una tragedia aérea sin caer en la intoxicación mediática.
Nuevamente, aunque cada vez con menor frecuencia en las últimas décadas, hoy el mundo amaneció conmocionado por una nueva tragedia aérea: un Boeing 787-8 de Air India que acababa de despegar de Ahmedabad realizando el vuelo AI171 hacia Londres-Gatwick se estrelló y puso fin al instante a la vida de una cantidad todavía indeterminada de personas (iban 242 pasajeros a bordo, pero no se descartan víctimas en tierra).
Dada la sobrecarga de información a la que todos nos expondremos en las próximas horas y días, reeditamos esta nota que originalmente publicamos en marzo de 2019. En aquel entonces en Aviacionline no cubríamos accidentes dado que nos parecía irresponsable hacer conjeturas cuando las chapas todavía están calientes, y porque el trabajo de investigación de los mismos es demasiado serio y extenso como para faltarles el respeto a los profesionales que tienen la tarea de llevarlo adelante.
Luego mutamos a un modelo denominado “Esto sabemos”, en el que nos limitamos a informar que el accidente ocurrió, y qué datos concretos se saben, pero sin caer en conjeturas ni sensacionalismos, algo que creo que, sin mayores desvíos, hemos respetado desde entonces, dejando desde ya margen para el error porque lejos estamos de ser infalibles.
Pero hoy volvemos a tratar la cobertura de la noticia por parte de medios o personas que parecen empecinados en que la gente tenga miedo a volar y cómo pueden evitar contaminarse de ellos.
A pesar de que año tras año la industria aerocomercial demuestra una tendencia a la mejora en materia de seguridad (no exenta de altibajos), que una brecha en la gran malla de contención en constante desarrollo después de décadas de tragedias y profundas investigaciones produzca un hecho como el de hoy suele sacar a la superficie lo peor del periodismo generalista y también de algunos «analistas» o «especialistas».
Tener que llenar espacio de aire con tragedias para ganar rating, subir la foto de un avión retorcido para generar más clicks, tirar hipótesis para ganar tres seguidores y «respeto» en alguna red social, apuntar con el dedo hacia alguna «»»falencia»»» para favorecer una posición….son todas actitudes que vemos cada vez que ocurre una tragedia aérea.
Y, lamentablemente, a la mayoría de la gente no le queda opción que recurrir a los mismos de siempre a la hora de informarse, aún bajo el riesgo de intoxicarse con el humo.
O tal vez no. Y es por eso que presento esta breve y posiblemente mejorable «Guía para informarse sobre un accidente aéreo y no intoxicarse con el humo».
Esta guía, como mencioné en la nota original de 2019, podría aplicar en cualquier otro momento (que, vuelvo a enfatizar, ojalá sea dentro de mucho, mucho tiempo).
Vamos paso a paso.
Se enteran a través de un grupo de Whatsapp o de un tuit que acaba de ocurrir un accidente aéreo, ¿qué hacer?
Bueno, primero qué NO HACER: prender la TV y poner algún canal de noticias. Solo se van a encontrar con los tres mismos videos repitiéndose en un loop infinito mientras algún miembro del staff que capaz sabe un poco más de aviones es forzado a emitir opiniones infumables.
También corren riesgo de tener que aguantarse a un «especialista» que, si posee algo de autorespeto (y eso no abunda), solo va a decir que «es muy temprano para sacar conclusiones» a pesar de los burdos intentos de los conductores por forzarlo a esclarecer el accidente (no prestarnos a ese tipo de intentos es una razón por la que dejamos de elegir ser convocados en radios o canales de TV).
Lo mismo aplica para la radio.
¿Visitar portales de noticias? Y, si aguantan un poco la respiración y evitan leer titulares como «las impactantes fotos de…» o «qué dijo el piloto antes de», pueden ser una fuente válida, más aún si solo se encargaron de hacer copypaste de cables de agencias internacionales, un poco más apegadas a la simple difusión de los hechos y no a las conjeturas baratas. Eso sí, ni se les ocurra ir a los comentarios. Y tal vez deban soportar que ilustren la nota con una foto del avión equivocado.
¿Sitios especializados en aviación como este? En general se apegan bastante a los hechos sin abundar en hipótesis, por lo que son una fuente válida. Pero como autocrítica, entiendo que muchos hemos caído en la tendencia de compartir videos o fotos muy gráficos que no suman a la noticia.
Bien, se enteraron del accidente, fueron a algún portal de noticias y pudieron recoger algunos hechos sin intoxicarse….¿cómo seguir si necesitan más información YA?
AvHerald.com es un sitio web que desde hace años se encarga de registrar diariamente incidentes y accidentes aéreos haciendo una más que decente tarea de recopilación de datos duros sobre cada uno. En los comentarios pueden encontrarse conjeturas o hipótesis locas, pero también la opinión de gente que evidentemente sabe del tema y pertenece a la industria. Hay que utilizar el criterio propio para determinar qué es válido y qué ni siquiera amerita dedicarle dos segundos de nuestra atención.
Sí, también pueden visitar los foros de Airliners.net o PPRuNe, entre otros, pero tanto debate sobre un tema específico puede marear. Y así como participan personas que están en la industria y dan opiniones centradas, está repleto de sabelotodos de sofá.
Las redes sociales las evitaría por completo, salvo que el debate etéreo les cause algún tipo de placer. Sí pueden visitar, para obtener información oficial, las cuentas de la aerolínea protagonista del accidente, del fabricante del avión o de la autoridad aeronáutica u organismo encargado de investigar accidentes del país en el que ocurrió (ejemplo, en Argentina sería la de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, en EE. UU. la National Transportation Safety Board).
Pueden ver en este caso los tuits de Air India con sus comunicados de prensa sobre el accidente de este jueves:

Y a Boeing también involucrándose en el tema al tratarse de una aeronave fabricada por ellos.
Y a la NTSB:
¿No pueden irse a dormir sin saber por qué se cayó el avión? Lo lamento, no lo van a saber, ni esta noche, ni mañana ni el mes que viene. Por eso descrean de todos aquellos que arriesgan hipótesis sin formar parte del equipo de investigación.
Reconstruir hacia atrás el camino que llevó a que un avión sea protagonista de una tragedia aérea es un trabajo arduo que puede llevar meses, sino años. Puede haber reportes preliminares emitidos por los organismos encargados de investigarlos, pero EL informe final, que profundiza en las causas y, lo más importante, abunda en recomendaciones para prevenir futuros accidentes de similares características, recién estará disponible dentro de mucho tiempo.
Cada uno es un documento invaluable del cual toda la industria se alimenta para que, como les dije, no ocurra otra tragedia similar. Es una de las razones por la que la aviación es, desde hace décadas, el medio de transporte más seguro.
Y como para poner en perspectiva, este tuit que publicamos la semana pasada durante la Asamblea General Anual de IATA que, por trágica coincidencia, se desarrolló en India:
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