La Fuerza Aérea de Estados Unidos está a punto de completar un análisis crítico destinado a definir sus requisitos para un futuro avión de reabastecimiento de combustible. El análisis, conocido formalmente como “análisis de alternativas”, tiene como objetivo evaluar la eficacia operativa, la viabilidad y el coste del ciclo de vida de diferentes soluciones.

Como informó FlightGlobal, el programa, conocido como Sistema de reabastecimiento aéreo de próxima generación (NGAS), incluye evaluaciones de requisitos como las dimensiones de la pista, la capacidad de transferencia de combustible y la firma de observabilidad, dijo el general John Lamontagne, jefe de Movilidad Aérea, durante el Simposio de Guerra de las Fuerzas Aéreas y Espaciales en Denver, Colorado, el 5 de marzo.

La Fuerza Aérea concibió al NGAS como un avión cisterna diseñado específicamente para operar en entornos de alta amenaza, aunque las ambiciones en esa dirección pueden haberse moderado recientemente, informó nuestro medio asociado Aeroin.

La situación política actual en Estados Unidos, en particular a raíz de las elecciones de 2024, ha llevado al exsecretario de la Fuerza Aérea Frank Kendall a retrasar decisiones sobre programas de adquisición clave, incluido NGAS, que había defendido. Kendall mencionó en diciembre que el futuro de estos programas dependería de su sucesor, quien aún no ha sido confirmado por el Senado estadounidense.

Troy Meink, ex navegante y oficial de adquisiciones del Boeing KC-135, ha sido nominado para el cargo. Aunque Meink ha guardado silencio sobre la necesidad de un nuevo avión de reabastecimiento con capacidad furtiva, otros funcionarios de la Fuerza Aérea, como el mayor general Joseph Kunkel, han sugerido que la capacidad de reabastecimiento aéreo podría lograrse mediante un enfoque "basado en sistemas", en lugar de solo con un caza furtivo.

Las discusiones sobre el programa NGAS se están intensificando a medida que el panorama de seguridad en la región del Indo-Pacífico se vuelve más crítico, especialmente en relación con China y las posibles operaciones en Taiwán. Wilsbach, uno de los altos funcionarios, indicó que la aviación estadounidense necesita adaptar sus estrategias para afrontar nuevos desafíos y demandas.

Además, la Fuerza Aérea está evaluando la necesidad de un nuevo avión de transporte para eventualmente reemplazar a los viejos Boeing C-17.

Lamontagne comentó: “Necesitamos definir cuáles serán los próximos requisitos antes de que las alas del C-17 vuelen hasta sus límites”. Agregó que aún hay tiempo, pues la aeronave aún tiene una vida útil considerable, pero es prudente planificar un posible reemplazo antes de que sea necesario.

En 2024, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea emitió una solicitud formal a la industria, buscando conceptos para un nuevo carguero regional que no dependiera de la infraestructura terrestre tradicional, como pistas mantenidas.