Argelia y el Su-57: ¿Un nuevo hito en la cooperación militar con Rusia?
El fabricante del caza ruso confirmó una venta del Su-57 pero no reveló el comprador.
El caza de quinta generación Su-57, desarrollado por el fabricante ruso Sukhoi, podría haber asegurado su primer cliente en el mercado internacional. Durante la exhibición Aero India 2025, Rosoboronexport, la agencia estatal rusa de exportación de armamento, confirmó que ya se ha firmado un contrato para la venta del Su-57E, la versión de exportación del avanzado avión de combate. Sin embargo, la identidad del comprador sigue sin ser revelada.
A pesar de la falta de confirmación oficial, analistas militares apuntan a Argelia como el candidato más probable. Este país africano ha sido históricamente un comprador clave de armamento ruso y opera una flota considerable de aviones de combate de fabricación soviética y rusa. Además, cumple con tres requisitos clave para adquirir un caza de quinta generación: capacidad financiera, independencia estratégica y la ausencia de un programa propio de desarrollo de aviones furtivos.
Argelia y su estrecha cooperación militar con Rusia
Desde hace décadas, Argelia ha mantenido una relación sólida con la industria militar rusa. Su Fuerza Aérea opera Su-30MKA, MiG-29M/M2 y Su-24, además de helicópteros y sistemas de defensa aérea de origen ruso. En 2020, se especuló con la posibilidad de que Argelia adquiriera hasta 14 unidades del Su-57E, aunque nunca hubo confirmación oficial de la firma de un contrato.
Las recientes tensiones geopolíticas y la creciente competencia armamentista en el norte de África han incentivado al país a modernizar su flota de combate. Con una economía impulsada por la producción y exportación de gas natural, Argelia tiene los recursos financieros para invertir en tecnología avanzada de defensa, lo que la convierte en un cliente ideal para Rusia.
Otros posibles compradores: Irán e India
Aunque en un principio Irán fue considerado un posible comprador del Su-57, esto ya no parece probable, ya que Teherán ha cerrado un contrato con Rusia para la adquisición de Su-35, lo que indica que ha optado por una solución más inmediata para la modernización de su flota de combate.
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Por otro lado, India es un caso particular. Aunque el país se retiró en 2018 del proyecto conjunto FGFA (Fifth Generation Fighter Aircraft) con Rusia, argumentando que el Su-57 no cumplía con sus expectativas en materia de sigilo y capacidades, recientemente han surgido informes de que Nueva Delhi podría reconsiderar una colaboración con Moscú para la producción conjunta de un caza de quinta generación. Esta posibilidad ha cobrado relevancia en medio de la necesidad de la Fuerza Aérea de India de renovar su flota y mantener una ventaja estratégica en la región.
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Un caza con desafíos en el mercado internacional
A pesar del avance en su exportación, el Su-57 enfrenta varios desafíos en el mercado global. Su desarrollo ha estado marcado por problemas técnicos, retrasos en la producción y limitaciones financieras. Rusia solo ha producido un número reducido de unidades para sus propias fuerzas armadas, lo que plantea dudas sobre la capacidad de entregar grandes volúmenes a clientes extranjeros en el corto plazo.
En comparación con sus competidores, como el F-35 Lightning II de Lockheed Martin y el J-20 chino, el Su-57 aún debe demostrar su viabilidad operativa en un combate a gran escala. No obstante, tanto el Su-57 como el F-35 ya han sido probados en combate, mientras que el J-20 aún no ha demostrado públicamente su efectividad en un escenario real. Aunque se especula que el caza chino cuenta con un diseño altamente sigiloso, su desempeño en combate sigue siendo una incógnita.
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