Investigadores del Reino Unido han descubierto que un Boeing 787-8 de TUI Airways tuvo que declararse en emergencia debido al bajo nivel de combustible después de que se le denegara una solicitud de desvío al aeropuerto de East Midlands. 

La situación crítica ocurrió durante una maniobra de aproximación frustrada en el aeropuerto de Birmingham, según publica nuestro medio asociado Aeroin.

El vuelo, originario de Cancún y con destino a Manchester el 21 de diciembre de 2023, encontró dificultades debido a las fuertes condiciones de viento en el norte del Reino Unido.

La tripulación esperaba vientos fuertes, pero creyó erróneamente que las condiciones meteorológicas mejorarían. Aunque se transportaron 984 kg adicionales de combustible, esto se tradujo en solo 15 minutos de tiempo de vuelo.

Debido a los fuertes vientos cruzados en Manchester, varios aviones hicieron cola para aterrizar en la pista 23R. El 787, con 5,5 toneladas de combustible a bordo, fue puesto en espera sobre el punto de navegación “MIRSI” sin un retraso estimado.

Después de unos 10 minutos de espera, la tripulación se puso en contacto con East Midlands para solicitar un desvío ya que la pista 27 del aeropuerto ofrecía una aproximación más favorable en relación con el viento. Sin embargo, la solicitud de desvío fue rechazada.

La investigación de la División de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) concluyó que la solicitud debería haber sido dirigida al control central del aeropuerto, que es responsable de aceptar los desvíos de aeronaves, y que habría aprobado el desvío del 787. En consecuencia, la tripulación tuvo que desviarse al aeropuerto de Birmingham, donde también se enfrentó a fuertes vientos.

El informe destacó que la negativa del Aeropuerto de East Midlands a aceptar el desvío provocó que el 787 se aproximara a un aeropuerto con condiciones climáticas difíciles y la posibilidad de viento cruzado al final de la aproximación. Cuando comenzó el desvío a Birmingham, el 787 llevaba 20 minutos volando en espera y le quedaban 4,1 toneladas de combustible, cuando el mínimo necesario para el desvío era de unas 3,4 toneladas.

El 787 interceptó la pista de descenso 33, pero recibió una advertencia de cizalladura del viento de 240 pies y, como resultado, realizó una maniobra de aproximación frustrada, con solo 2,7 toneladas de combustible restantes. Luego de ascender nuevamente, la tripulación declaró la emergencia y solicitó prioridad para una nueva aproximación.

Sin embargo, al ser instruido por un nuevo controlador, la tripulación no declaró la emergencia a dicho controlador, quien terminó priorizando otra aeronave -un Airbus A321neo de Wizz Air- para aterrizar antes que el 787.

Esto obligó al 787 a volar una ruta más larga, de 53 millas en total, que consumió más de 1,4 toneladas de combustible. El avión aterrizó con 1,25 toneladas de combustible restantes, por debajo del nivel de reserva final de aproximadamente 1,9 toneladas.

Se han llevado a cabo investigaciones internas sobre el incidente en los aeropuertos de East Midlands y Birmingham. El aeropuerto de East Midlands ha aclarado el papel y la responsabilidad del control central en las decisiones sobre el tipo y número de aeronaves que puede aceptar.

A su vez, el control del tráfico aéreo de Birmingham ha destacado la importancia de los procedimientos prioritarios para las aeronaves que declaran emergencias, incluida la garantía de una aproximación ininterrumpida.

Este incidente plantea serias preocupaciones sobre la coordinación y la comunicación entre los operadores aeroportuarios y la importancia de una gestión eficiente de las situaciones de emergencia, destacando la necesidad de que se cumplan adecuadamente los protocolos de seguridad para proteger la vida de todas las personas a bordo.