El jefe de la Administración Federal de Aviación (FAA), Mike Whitaker, destacó que Boeing aún no ha retomado la producción de los aviones 737 MAX tras la huelga sufrida en el área de Seattle, aunque existen planes para reiniciar el trabajo este mismo mes.
Según informa Reuters, durante una reciente visita a la planta de Boeing en Renton, Washington, Whitaker se reunió con el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, para discutir los avances y los desafíos que enfrenta la empresa tras la huelga, que concluyó el 4 de noviembre.
Whitaker subrayó que, a pesar de que han pasado cuatro semanas desde el fin de la huelga, Boeing aún no ha reiniciado la producción de aeronaves.
La compañía está centrada en reentrenar a su fuerza laboral y garantizar que la cadena de suministro esté en condiciones óptimas antes de retomar la fabricación. La reanudación de la producción es crucial para Boeing, ya que el 737 es el modelo más vendido de la empresa y esencial para su salud financiera.
En enero, Whitaker limitó la producción a 38 aviones 737 MAX por mes tras un incidente en el que un panel de puerta con cuatro tornillos esenciales faltantes se desprendió de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines durante el vuelo, exponiendo serios problemas de seguridad en Boeing.
No anticipó cuándo permitirá la FAA que Boeing produzca más de 38 aviones por mes, pero sugirió que podrían pasar varios meses antes de que la empresa alcance nuevamente esa capacidad máxima. Para abordar cuestiones específicas, Whitaker espera una solución propuesta para el problema de formación de hielo en los motores del MAX, lo que ha retrasado la certificación del modelo MAX 7, reporta nuestro medio asociado, AEROIN.
Whitaker señaló que la FAA está incrementando la supervisión sobre Boeing y continuará realizando auditorías para garantizar la efectividad del nuevo sistema de gestión de seguridad (SMS) que Boeing debe adoptar.
El SMS es un conjunto de políticas diseñadas para identificar y abordar proactivamente riesgos operativos. Sin embargo, Whitaker comentó que aún no ha visto pruebas de que el sistema funcione adecuadamente, donde la evaluación de riesgos guíe el comportamiento operativo de Boeing.
Según Whitaker, la reforma de la cultura de seguridad dentro de Boeing podría tomar hasta cinco años. Espera que la empresa adopte un sistema de gestión de seguridad más eficaz, algo que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ya señaló como una falla en la compañía.
Paralelamente, Boeing ha tomado medidas para dejar de aceptar fuselajes de Spirit AeroSystems con trabajos incompletos, y Whitaker destacó que la FAA se está enfocando en garantizar que los puntos de inspección adecuados estén implementados.
En el ámbito político, Whitaker, confirmado unánimemente para un mandato de cinco años, enfrenta un momento de incertidumbre, ya que el presidente electo Donald Trump ha señalado planes para reemplazar a muchos funcionarios.
Whitaker indicó que ha mantenido algunas discusiones preliminares con el equipo de transición de Trump, pero aún es incierto si continuará en el cargo después del 20 de enero, fecha en la que Trump asumirá oficialmente la presidencia.
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