Este viernes 24 de enero, como lo habíamos adelantado en otra nota, Flybondi realizó su vuelo inaugural entre Buenos Aires/El Palomar y San Pablo/Guarulhos, tercer destino de la ultra low-cost en Brasil.
Estuve a bordo del desembarco de Flybondi en la mayor metrópolis del hemisferio sur, un hito ocurrido dos días antes de celebrase el segundo aniversario del inicio de sus operaciones regulares (también había volado en el primer vuelo regular que tuvo lugar el 26 de enero de 2018).
Mi recorrido hasta el aeropuerto de El Palomar arrancó en la estación Palermo del Ferrocarril General San Martín. Aunque paraba en microcentro, preferí ir en subte hasta allí en lugar de Retiro para así variar el camino que suelo hacer.
Los trenes pasan cada 15 minutos aproximadamente, por lo que la espera fue leve.
Eran las 12:13, una hora tranquila para viajar en tren (fue subiendo más gente pero no llegó a estar abarrotado).
El calor del mediodía de enero se hacía sentir (no hay aire acondicionado), pero tampoco era insoportable (vengo del Chaco, esto es nada).
Sin nada destacable durante el viaje, a las 12:43 ya estaba en el andén de la estación El Palomar.
Desde ahí son apenas cuatro minutos de caminata hasta el sector de check-in de la terminal del aeropuerto (en el videoreporte pueden ver todo el recorrido en tiempo real).
Ir en tren hasta El Palomar es imbatible. Por apenas ARS 14 (USD 0,23 hoy) si tienen la tarjeta SUBE o ARS 33 (USD 0,50) sin ella, la relación costo/beneficio es ridículamente conveniente si se alojan cerca de alguna estación de subte o tren. Tienda León tiene un servicio de buses diferenciales a ARS 300 hasta la estación Madero en el microcentro porteño, pero dependiendo de la hora el tránsito puede volverse pesado.
El mensaje, principalmente para los que no son de Buenos Aires: pierdan el miedo y vayan en tren, al menos en horarios «normales» (consultaría con algún local antes de hacerlo a altas horas de la noche o los primeros servicios del día, que arrancan a las 4:10).
En fin, cuatro minutos después estaba entrando a la terminal de El Palomar.
San Pablo por primera vez en las pantallas de este aeropuerto.
Mostradores de check-in de Flybondi.
Como ya tenía realizado el check-in online (recuerden que hacerlo en el aeropuerto se paga aparte) y no despachaba equipaje, pasé directamente al preembarque.
El control de seguridad es el mismo tanto para vuelos internacionales como domésticos, pero una vez pasado el mismo hay que seguir derecho hacia migraciones (a la derecha se accede a la sala de cabotaje).
La puerta 1 es la que se usa actualmente para vuelos internacionales. La configuración es flexible, por lo que cuando no hay vuelos de este tipo se levantan unas puertas enrrollables de aluminio y también se usa para vuelos domésticos.
Hay entre cuatro y seis vuelos internacionales desde El Palomar durante el día (Flybondi vuela a Asunción, Río de Janeiro, San Pablo, Florianópolis y Punta del Este; y JetSMART a Santiago de Chile), cuyos preembarques no llegan a coincidir dado que esta sala no soporta dos operaciones simultáneas.
Hay un pequeño puesto de Brioche Dorée con sandwiches, facturas y bebidas calientes y frías para pasar el rato. Faltarían más estaciones de carga de celulares/notebooks, pero considerando que se está construyendo la nueva terminal, no creo que inviertan más en esta.
A las 14:30 llamaron a embarcar al vuelo 5802. Mucha gente joven y familias yendo de vacaciones a Brasil.
Al embarcar, personal de Flybondi entregaba una bolsita con una remera de regalo para celebrar el primer vuelo a San Pablo.
Para las 14:53 ya habían embarcado todos los pasajeros, así que llegó mi hora.
La aeronave que nos tocó para este vuelo inaugural fue el Boeing 737-800 LV-HFQ, bautizado Max en honor a la mascota de nuestro colaborador en Córdoba, Andrés Lavallen.
El vuelo iba casi lleno, con apenas tres asientos vacíos (de un total de 189 disponibles). 11 pasajeros volaban por primera vez en avión.
A mí me tocó el 2F. Siempre ventanilla.
A las 15:05 arrancó el rodaje.
15:15 – Incorporándonos a la cabecera.
Y un minuto más tarde, arriba.
Dos vistas de Buenos Aires.
Para las 15:29 estábamos empezando a sobrevolar la costa uruguaya pasando los 10 mil pies.
Veinte minutos después los tripulantes de cabina de pasajeros dieron inicio al servicio de venta a bordo.
Una latita de Pepsi y unas Lays, ARS 200. Precio más que racional a 30 mil pies.
Pero hay varias opciones más.
Y hasta merchandising propio que también incluyen giftcards y raspaditas con premios.
16:16, sobrevolando Porto Alegre, el próximo destino de Flybondi a partir del 4 de marzo.
Leyendo la revista de a bordo para matar el tiempo.
16:39, Florianópolis, destino de temporada de la low-cost.
El vuelo continuó tranquilo, con una meteorología casi perfecta y cielos que recién empezaron a cubrirse durante el descenso y aproximación a San Pablo (cuándo no esta ciudad…).
A las 17:24 ya podíamos ver las sierras al norte de la ciudad.
Este fue el circuito que hicimos hacia la pista 09R.
El sol y las nubes nos regalaban estas vistas.
Y con toda su majestuosidad, San Pablo.
A las 17:35 aterrizamos y nos dirigimos hacia la posición.
Al ingresar a plataforma nos esperaban las autobombas del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios para bautizar al vuelo inaugural de Flybondi con el arco de agua.
Siempre emociona ver esto desde adentro.
17:45, todos los pasajeros desembarcados.
Migraciones estuvo bastante lento.
Y así fue como entonces Flybondi ingresó al mercado Buenos Aires – San Pablo, el par de ciudades con más tráfico internacional de Sudamérica. Tendrá tres vuelos semanales, lunes, miércoles y viernes.
No dejen de ver el video del reporte de vuelo en el canal de YouTube de Aviacionline:
En breve publicaremos una entrevista que pude realizar antes de embarcar a Esteban Tossutti, director de Asuntos Gubernamentales de Flybondi, en la que comentó algunos temas relacionados con el presente y los planes futuros de la ultra low-cost.
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