Ucrania instala túneles antidrone para proteger sus rutas militares
Ucrania refuerza carreteras clave con túneles de protección contra drones FPV. La medida busca reducir el impacto de ataques a convoyes militares.
Las fuerzas ucranianas han comenzado a instalar estructuras de protección contra drones en carreteras clave cercanas a la línea de frente. Estas medidas buscan mitigar la creciente amenaza de los drones FPV (First-Person View), utilizados extensamente en el conflicto con Rusia para ataques de precisión contra convoyes y posiciones militares.
Una nueva fase en la defensa antidrone
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran la construcción de túneles improvisados con postes de madera y redes sobre las carreteras, diseñados para reducir la visibilidad y la maniobrabilidad de los drones enemigos. Según indica Militarnyi, una de las rutas protegidas estaría ubicada en la región de Sumy, mientras que otras ubicaciones no han sido reveladas por razones de seguridad operativa.
El objetivo de estas estructuras es crear corredores seguros para el movimiento de tropas y equipos, dificultando el impacto directo de drones suicidas. Esta estrategia ya ha sido empleada por las fuerzas rusas en el frente de Kupiansk, donde en 2024 comenzaron a desplegar redes de pesca para interceptar drones FPV. Según la agencia rusa TASS, este tipo de material resultó más eficaz que las mallas metálicas tradicionales, ya que aumenta las probabilidades de que los drones se enreden antes de detonar.
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Innovaciones en la lucha contra los drones
Además de estas estructuras, Ucrania ha probado recientemente una nueva arma diseñada para neutralizar drones en pleno vuelo. Se trata de un "fusil de red", capaz de disparar una malla de 3,5 x 3,5 metros a una distancia de hasta 30 metros, con la finalidad de atrapar los rotores de los drones y forzarlos a aterrizar sin explotar. Esta tecnología, que ha sido utilizada en otros conflictos para interceptar pequeños UAVs, representa un paso más en la evolución de la guerra electrónica en la región.
La creciente sofisticación de las medidas antidrone en el conflicto entre Rusia y Ucrania refleja el papel central que estas aeronaves no tripuladas han adquirido en el campo de batalla. Con ataques cada vez más precisos y letales, ambos bandos buscan desarrollar soluciones creativas para proteger sus infraestructuras críticas y minimizar las bajas en combate.
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