A pesar de los US$ 1.125 millones que invirtió el Gobierno de Dilma Rousseff, la mitad de las estaciones funcionan al límite. Desde Brasilia aseguran que seguirán las obras.
Según un informe realizado por el periódico paulista Folha, la demanda de los pasajeros crece año tras año, aunque las tarifas sean cada vez más costosas. San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia y Cuiabá son los más afectados por el fenómeno.
Durante el Mundial de 2014, serán 16 los aeropuertos más utilizados por los visitantes. Entre ellos, hay seis (37,5 por ciento) que exceden la cantidad de viajeros que pueden tolerar anualmente.
San Pablo cuenta con tres terminales, todas tienen un tránsito mayor al aconsejado:Guarulhos, la más grande del país, recibe 30 millones (ideal 25). Por Congonhas pasan 16,75 millones (12). Y Campinas alberga por año 7,5 millones (6,8).
El Santos Dumont, de Río de Janeiro, suma 8,52 millones de pasajeros por año, más de 20 mil sobre el ideal. La estación de Brasilia se excede por 1,4 millones. Y la de Cuiabá en 115 mil.
En total son más de 12 millones de excedente, que es la capacidad entera de Congonhas. Según Marcio John Jordan, el director de infraestructura aeroportuaria de Brasil, las obras comenzadas desde que asumió la actual gestión fueron apropiadas. Además, el funcionario sostuvo: «Las estructuras modulares nos permitieron ampliar la capacidad de manera rápida, mientras que los grandes proyectos y definitivos aún se ejecutan».
Fuente: Infobae
