En el País de Nomeacuerdo
Finalmente, tras 27 días de búsqueda, apareció el LV-MCV. El operativo de Search and Rescue que la ANAC califica de exitoso localizó ayer los restos de la aeronave. Al momento de escribir este post, todavía no se sabe nada de las personas a bordo. Guardo una tenue esperanza. De todos modos, no cambia una coma el análisis de lo que pasó.
Me di cuenta que María Elena Walsh la tenía extremadamente clara. Este es, de hecho, el pais de Nomeacuerdo.
Permítanme poner sobre la mesa algunos pensamientos.
- El silencio (oficial) aturde. La estrategia de comunicación de EANA, ANAC, el Ministerio de Transporte y la JIAAC fue paupérrima. En ningún momento asumieron el control y la coordinación de la información. Hoy hacen la primera «conferencia de prensa» -permítanme las comillas- donde se juntaron a decir que el operativo fue un éxito y repitieron todo lo que ya se había filtrado ayer. Si queremos un sistema aerocomercial serio, hay que dejar de aparecer sólo en las inauguraciones y dar información clara, precisa y técnicamente correcta cuando la mano viene mal. Entendamos de una vez que los incidentes/accidentes ocurren, y que ante un evento como éste, la sociedad juzgará al estado por cómo maneje esta situación. A partir de qué tan profesional sea el esfuerzo, qué tan adecuados sean los recursos materiales y qué tan idóneos sean los recursos humanos.
- Crecimiento versus hinchazón. Voy a repetirlo las veces que haga falta: celebro la llegada de nuevas aerolíneas. Celebro que se instalen proyectos que den trabajo genuino en esta industria. Creo que hay un potencial enorme de crecimiento en el mercado aerocomercial Argentino. Pero otra cosa que voy a repetir hasta el cansancio es que duplicar el mercado no se hace únicamente con más líneas aéreas. Las falencias gravísimas en infraestructura aeronáutica configuran un factor limitante HOY, no dentro de 2500 rutas nuevas.
Hoy el sistema de radarización es ineficiente, hoy la estructura de navegación es pobre, hoy las comunicaciones son poco confiables. Hoy. No cuando vuele Avianca. No cuando venga Norwegian. Hoy. Hace 20 años, sí. Hace 30 años, también. Pero eso no lo podemos cambiar. Lo que tenemos que cambiar, es que la infraestructura aérea Argentina es ineficiente HOY. Y en aviación, ineficiente e inseguro van muy de la mano. - El futuro llegó, hace rato. Aproximadamente un día después de que se dio por perdido el LV-MCV, ni bien la ANAC se desperezó de la siesta, se inició un operativo de búsqueda, que espero honestamente sea investigado por la JIAAC. A ese operativo de búsqueda se sumó luego material de la PNA, aeronaves civiles, la Fuerza Aérea Uruguaya (en su área de interés), y un avión de patrullaje marítimo de la Armada. La coordinación de esfuerzos de todo este material técnico y humano tiene que ser analizada. La disponibilidad en el minuto 1 del día 1 de la fase de Peligro de material con capacidades tecnológicas especializadas en Búsqueda y Rescate es imprescindible.
El 3 de agosto, después de hacer una gira por 15 países, Brasil recibió formalmente su primer C295W SAR (Search and Rescue). Especializado para Búsqueda y Rescate. Con rangefinder, visión nocturna, sensores Electro Opticos / Infrarrojos, radar de búsqueda 360°. En síntesis, con capacidad SAR «todo tiempo», es decir bajo cualquier condición meteorológica, en horas diurnas o nocturnas. La foto es de Canadá, porque la versión se desarrolló de acuerdo a los requerimientos de ese país. Pero comento lo de Brasil, porque la comparación siempre es odiosa, y aún en momentos económicos y sociales complejísimos en el país hermano, se le da prioridad a poder realizar una tarea tan crítica -y tan de día uno- como la Búsqueda y Rescate.
150 Millones de dólares vale uno de éstos, incluyendo todo el soporte logístico durante su ciclo de vida. Parece un montón, pero hablamos de incrementar las posibilidades de encontrar sobrevivientes en un accidente. Pónganle precio a eso. Yo no puedo. - Doña Rosa y los Pseudoexpertos: Esto que suena a banda psicodélica de los 60, es algo que debemos combatir desde donde podamos. Es en gran medida la razón de ser de este blog. Hordas de periodistas y especialistas que no tienen absolutamente la menor idea, tirando graciosa e impunemente hipótesis sobre lo que pasó. Revoleando las ideas más disparatadas, aferrándose a un término técnico que escucharon por ahí y repitiéndolo hasta gastarlo. Tirando quince teorías, comparando alegremente este caso con otros casos conocidos -MH370, el caso Pomar- , anunciando con bombos y platillos que lo habían encontrado un día y medio después de perdido. Confirmándolo con fuentes. Después, ante la evidencia que no era así, el silencio. Y más teorías. Que llevaba droga. Que se fue a Uruguay a lavar plata. Que el piloto tuvo un ACV, y que el copiloto «estaba pintado». Después diciendo que no se estrelló, porque alguno debería haber visto o escuchado algo. Que mide, «a ojo de buen cubero» 25 a 30 metros de largo. Mide 12. Lo busqué, Franquito.Pero claro, entre la primera tanda de interés público y el eventual hallazgo pasa un buen tiempo. Y eso apreta el botón de reset, y nadie se acuerda de lo primero que se dijo. Y la misma persona que refutó a quien le dijo que se pudo haber caído en un pantano del Delta, ahora dice que el avión estaba donde tenía que estar. Y se cuelga, orgulloso, la medalla de haberlo vaticinado. Tiraron 30 alternativas. Una iban a pegar.Perdónenme por cómo voy a decir lo que voy a decir, pero me sale así: Arriba y abajo de los aviones hay gente, hijos de puta. Hay familias esperando que vuelvan, o al menos tener dónde llevarles una flor. Hay gente que sí sabe de aviación, que sabe de lo que está hablando y que guarda silencio, y tiene respeto por los afectados. Que mientras las fallas sistémicas que hacen que esto termine como terminó, sigan existiendo y no haya un cambio fundamental de la estructura de la aviación en Argentina, potencialmente somos todos. Pero hay tres familias que se tuvieron que comer este circo infame y perverso del morbo y la ignorancia. Uno de éstos -cualquiera de éstos- impresentables debería pedir disculpas públicas. Sería un buen comienzo.
Cuando armé este blog, tenía una idea muy liviana – debo confesarlo- de la responsabilidad que implica hablarle a alguien. Dos cosas me hicieron darme cuenta de algo: hace poco, en el mail del blog, recibí un correo de un muchacho que me pedía una mano para encontrar laburo dentro de la industria. Y otro correo que recibí, fue de un allegado a esta tragedia, agradeciéndome la sensatez. Estuve 25 minutos mirando la pantalla pensando en cómo responderle. Me guardaré para mí -para siempre- ese intercambio de correos.Esa es una medalla que me puedo colgar con orgullo.
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