El gobierno federal brasileño anunció su intención de avanzar en la privatización de otros doce aeropuertos, de acuerdo a lo publicado el lunes en el Boletín Oficial de ese país.
Según comenta el sitio Aviação Brasil, la explotación de los aeropuertos se dividirá en tres bloques: Nordeste, Centro-Oeste, y Sudeste, y el plazo de concesión será por treinta años.
La región nordeste abarca a los aeropuertos de Recife, Maceió, Aracaju, João Pessoa, Juazeiro do Norte y Campina Grande. En 2017 por estos aeropuertos se movilizaron unos 13,6 millones de pasajeros.
La región centro-oeste incluye a los aeropuertos de Cuiabá, Rondonópolis, Alta Floresta y Sinop, por los cuales pasaron unos 4,3 millones de pasajeros el año pasado.
Mientras que la sudeste se compone de los aeropuertos de Vitória y Macaé, que movilizaron 3,2 millones de pasajeros en 2017.
Dentro de este nuevo paquete de aeropuertos a privatizar también se había incluido el año pasado al aeropuerto de San Pablo/Congonhas, pero finalmente se decidió que quede en manos de la estatal Infraero.
Brasil ingresó relativamente tarde a la ola privatizadora de aeropuertos que copó la región en los años 90. El primer aeropuerto concesionado fue el de Natal en 2011, mientras que en 2012 llegó el turno de Brasilia, San Pablo/Guarulhos y Viracopos, y en 2013 los aeropuertos de Río de Janeiro/Galeão y Belo Horizonte/Confins.
En 2017 Infraero se desprendió de los aeropuertos de Fortaleza, Salvador, Florianópolis y Porto Alegre.
Desde entonces se han realizado inversiones por más de USD 3 mil millones de dólares por parte de gigantes del sector como Fraport, Changi Airport, Zúrich Airport y Corporación América.