Durante el primer día del China Airshow, la local COMAC (Commercial Aircraft Corporation of China) y la rusa UAC (United Aircraft Coporation) presentaron el primer mock-up a escala real del CR929, el avión de fuselaje ancho que ambas empresas están desarrollando en conjunto, y que busca romper el duopolio de Airbus y Boeing en el segmento de más de 250 plazas.
El mock-up tiene 22 metros de largo, 6,5 metros de alto y 5,9 metros de ancho, demostrando un concepto de cabina de tres clases, con dos filas de first, tres de business, y cinco de economy, equipadas con un sistema de entretenimiento avanzado y una decoración con elementos de estilo chino y ruso.
El CR929 es producto de un joint venture entre las dos principales industrias aeronáuticas de esos países, que fue firmado hace un año en Shanghai. Si bien la carga del desarrollo se reparte en partes iguales entre COMAC y UAC, las oficinas principales de diseño del programa se encuentran en Rusia, mientras que la línea de ensamblaje final estará en Shanghai.
La primera versión en desarrollarse (CR929-600) será capaz de transportar hasta 280 pasajeros en una configuración estándar de tres clases con un alcance de 12 mil kilómetros. Además se prevé una versión más chica (-500) de 250 asientos y 14 mil kilómetros de alcance, y una más grande (-700) de hasta 320 asientos y 10 mil kilómetros de alcance.
Al programa todavía le queda un largo recorrido hasta su entrada en servicio, estimada entre mediados y fines de la próxima década, aunque siempre sujeto a las demoras que este tipo de desarrollos suele tener.
Actualmente el consorcio se encuentra en la etapa de definiciones de diseño y en la selección de proveedores, la cual finalizaría a fines de 2019. La motorización se haría en principio con fabricantes occidentales, mientras paralelamente se desarrolla una opción local que podría estar disponible recién para el año 2023.
De acuerdo al pronóstico de mercado presentado por UAC en el China Airshow, la demanda global de aeronaves de fuselaje ancho para los próximos 20 años se estima en 7.745 unidades, de las cuales 1.290 se necesitarían en el mercado chino y unas 200 en el mercado ruso, en los que el CR929 tendrá muchas más posibilidades de colocarse dada la reticencia que suelen tener las principales aerolíneas occidentales a incorporar aeronaves fuera de «lo conocido»; aunque quién sabe lo que podrá ser del mundo en 20 o 30 años.
Poder construir una sólida red de soporte y logística será uno de los aspectos clave para generar confianza en los potenciales clientes, para no repetir situaciones como las que la mexicana Interjet ha tenido que lidiar al incorporar el SSJ100.