El Arsenal Plane es un concepto que nació a finales de los años 70 en el seno de la USAF, ante la necesidad de llenar un hueco entre los viejos B-52 (jamás se imaginarían que el Stratofortress tendría más carrera que los 2 diseños de bombardero que debían reemplazarlo) y el Rockwell B-1 Lancer, cuya entrada en servicio se iba a demorar por problemas presupuestarios y cambios de doctrina.
Por aquel entonces, en plena Guerra Fría, el adversario principal era la Unión Soviética, que siempre se caracterizó por tener una gran capacidad de defensa aérea, además de poseer muchos blancos a atacar distribuidos sobre una gran superficie.
En ese contexto, la firma Boeing propuso una solución basada en el B-747-200C carguero bajo la denominación Cruise Missile Carrier Aircraft (CMCA) o Avión Portador de Misiles Crucero. La idea era relativamente simple. Ya se tenía una aeronave con un gran alcance, gran capacidad de carga, que podía volar rápido y alto; básicamente las características deseables de un bombardero estratégico. Y con su gran volumen de carga interna disponible, la idea vino rápido… vamos a llenarlo de misiles!
Las modificaciones incluyeron la instalación de una compuerta trasera para “liberar” la carga y hasta 9 lanzadores óctuples, montados sobre rieles, para llevar la inaudita carga de 72 misiles de crucero nucleares AGM-86. Comparativamente, un bombardero pesado B-52 podía llevar, entre los 2 lanzadores rotativos óctuples internos y los pilones externos, no más de 20 de éstos. Y por menor costo operativo que los B-52 (4 motores contra 8 se termina notando en el balance), y ni hablar de que era una fracción del costo de lo que terminaría saliendo el B-2 Spirit.
Presentaba otras ventajas: Si operaba desde aeropuertos civiles por la noche, tenía chances de pasar desapercibido como un avión comercial. Y si operaba desde los corredores aéreos de aviones civiles era indistinguible de cualquier otro B747, salvo que fuera interceptado para una inspección cercana.
Pero la idea del CMCA nunca termino de gustar en la USAF. Preferían un avión 100 por ciento militar. Tiene más chances de supervivencia que un avión civil. Además, se estaba en medio de un cambio de paradigma, en el cual la alta velocidad a gran altitud estaba perdiendo terreno ante la idea de la penetración a baja cota como forma mas segura de sobrevivir a las defensas antiaéreas. Los aviones supersónicos con alas de geometría variable, que podían penetrar el espacio aéreo enemigo a gran o baja altitud y gran velocidad, estaban en auge. Es la época del F-111, del F-14, el Tu-22 Backfire. Tanto el Tu-160 BlackJack como el B-1 Lancer estaban en desarrollo.
Es esperable que las autoridades de la aviación civil no estuvieran nada entusiasmadas con este proyecto tampoco. En un escenario de tensión extrema entre EEUU y URSS, toda la aviación civil mundial estaría en la mira de los sistemas de defensa rusos, ante la posibilidad que alguno de ellos fuera un B747 bombardero.
También están las cuestiones industriales y políticas que rodean cada proyecto grande de armamento, ya sea en EEUU o en cualquier otra nación. Sin duda Rockwell activó los resortes que necesitaba hacer saltar y consiguió el presupuesto necesario para acelerar la producción del Lancer. Y aunque diseñado para reemplazar al B-52 Stratofortress, el B-1 nunca llegó a ser producido en los números suficientes. La USAF terminó operando, hasta el día de hoy, una fuerza combinada de bombarderos B-52, B-1 y B-2.
De forma tal que el concepto de Avión Arsenal no pudo prosperar, y con el tiempo quedó olvidado. Pero no estaba muerto; solo se mantuvo latente, esperando una oportunidad mejor.
La historia se repite?
En fechas recientes la idea del Arsenal Plane volvió a la vida, por ahora, como prueba de concepto. Las necesidades que dieron origen al CMCA de Boeing, son las mismas que las actuales: no hay suficientes bombarderos estratégicos.
Tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la antigua némesis, siguieron años de reducciones presupuestarias para el sistema de defensa de EEUU, que se vio implicado en multitud de conflictos con enemigos que no le hacían ni sombra en cuanto a medios de lucha y nivel tecnológico. Y la fuerza de bombarderos estratégica fue una de las ramas más afectadas. El Comando de Bombardeo de la USAF cuenta hoy con una flota de 76 B-52H, 62 B-1B y 20B-20, bastante debajo de los 220 aparatos que considera que mínimamente necesita para cumplir sus misiones. Y en el Departamento de Defensa de EEUU sienten que ésta falencia es más critica ahora que Rusia pudo ir recuperándose como potencia militar, sumado al advenimiento de otros Estados adversarios. Pero sobre todo, por la escalada militar en el Pacífico para frenar el agresivo expansionismo de China. Son muchos los blancos potenciales, bien defendidos, para pocos bombarderos.
Otra vez, se pretende aprovechar plataformas de gran alcance, gran capacidad de carga y volumen interno. Pero esta vez no se trata conversiones de aviones civiles. Esta vez lo que se está estudiando es la factibilidad de utilizar aviones de transporte como camiones lanza misiles.
Muchos de los B-1B fueron yéndose de baja en los últimos años, los B-2 van a terminar siendo retirados y los B-52 van a seguir volando, luego de una extensa modernización (que incluye remotorizacion). La fuerza de bombarderos del futuro de la USAF debería componerse de los nuevos B-21 Raider (cuyo prototipo aún no fue revelado al público) y de los B-52 Stratofortress. Para el 2040, la idea sería contar con 120 B-21 y 75 B-52. Asumiendo que se puedan comprar todos los B-21 Raider pensados, surge el problema de que durante la década del 2030 la USAF podría quedar con solo 120 bombarderos operativos, a medida que se retiran los B-2 y los B-1B restantes.
De modo que el plan del Avión Arsenal vuelve a surgir en la forma de una propuesta para modificar Lockheed C-130 y Boeing C-17 para lanzar desde el aire municiones inteligentes de largo alcance, tanto existentes como de nuevo diseño. Como solución a corto plazo para paliar las carestías de plataformas idóneas, este plan es favorecido por la oficina de Capacidad de Integración de Guerra de la Fuerza Aérea (AFWIC), que está encargada de desarrollar nuevos conceptos operativos por parte del personal aéreo.
Pero no todas son rosas dentro de los círculos militares: hay controversia y todos esgrimen sus argumentos para afirmar o desbancar este plan.
Argumentos a favor
Las pruebas de lanzamiento dieron buenos resultados. Se cargan las municiones en pallets, que se lanzan por la rampa de carga trasera. Una vez en el aire, se desprenden del pallet e iniciaron su vuelo autónomo hasta su objetivo. Una solución sencilla y elegante.
No hay que desarrollar nada nuevo, los aviones ya están volando ahora. Y el concepto de un avión de carga como plataforma de lanzamiento de misiles o bombas, no es nuevo. La Fuerza Aérea Argentina implementó con éxito el Hércules Bombardero (sobre este tema vamos a hablar en un video en un futuro próximo, lo prometo). Y durante los 80 la misma USAF experimentó lanzando enormes misiles desde aviones de transporte pesados.
El avance tecnológico ha mejorado el rendimiento de las municiones, al mismo tiempo que disminuyó su tamaño y peso. Hoy por hoy, hay misiles de crucero y bombas guiadas de todos los tamaños y capacidades. Un C-130 Hércules podría transportar y lanzar una buena cantidad de armamento guiado, desde una buena distancia. Por ejemplo, se podría utilizar el nuevo misil de crucero sigiloso de la familia AGM-158 JASSM para funciones de ataque a tierra y antibuque, con alcances que van desde los 370 hasta los 1000km, según la versión.
Un caza como el F-18 puede llevar 2 de estas armas, un B-52 unas 20… un Hércules o un C-17 Globemaster podrían transportar y lanzar bastante más que el primero y menos que el segundo, pero sería una capacidad más que interesante. Se convertiría en un poderoso multiplicador de fuerzas para la USAF. Y liberaría a los bombarderos verdaderos para misiones más demandantes o peligrosas. Y aún son mayores las capacidades de lanzamiento de bombas inteligentes, que vienen en todos los tamaños imaginables. Los aviones de carga se pueden convertir a sistemas de lanzamiento de armas con altísima versatilidad.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=aXHCW_kDwhw]
Argumentos en contra
Dado el nivel tecnológico alcanzado por los adversarios de EEUU (particularmente China y Rusia), consideran que ningún avión que no tenga características stealth va a poder sobrevivir el tiempo suficiente en el campo de batalla. Incluso el ataque masivo de misiles crucero podría resultar inefectivo, ya que, además de las defensas aéreas escalonadas que deben superar, hay otros medios disponibles para frustrar estos ataques como interferencias electrónicas, interferencias satelitales y de GPS, etc.
Desde la USAF creen que solo aviones como el B-21 Raider podrán penetrar las defensas enemigas, para soltar su carga de guerra sobre sus objetivos. Y hoy por hoy, el único bombardero que puede hacer esto es el B-2 Spirit.
Partiendo de éstas premisas, desde el Departamento de Defensa se desarrolló un argumento que sostiene que el concepto de Arsenal Plane sería contraproducente por varios factores.
De una parte, las bombas guiadas son más baratas y fáciles de producir que los misiles StandOff (la capacidad de disparar el arma desde una distancia de seguridad respecto de los sistemas de defensa aérea enemiga), con lo que a la larga, desarrollar y producir los misiles necesarios para alcanzar los objetivos, resultaría más caro que operar un centenar de B-21 armados con bombas inteligentes.
El presupuesto que se destine al Arsenal Plane y sus misiles, impactaría negativamente en el presupuesto asignado al desarrollo y producción del B-21. No quieren que les vuelva a pasar como con el B-2, del cual terminaron solo con 20 unidades.
Consideran que la tecnología incorporada en el B-21 Raider es más disruptiva, con lo cual ofrece mejores posibilidades de éxito.
Desde la USAF se considera que se está procediendo hacia un desbalance entre las capacidades de ataque a corta y larga distancia. Las capacidades de ataque cercanas, estarían representadas en este esquema por los aviones stealth armados con bombas inteligentes. Las de largo alcance o StandOff, por los B-52 que se mantendrán en servicio. Invertir recursos en el Avión Arsenal profundizaría el desbalance que existe hoy. Y la mejor estrategia, sostienen, es tener bien aceitadas las dos capacidades. En paralelo, ante la amenaza china en el Pacífico, todas las ramas de las fuerzas armadas de EEUU se están reconvirtiendo para tener la capacidad de ataque con misiles StandOff. La US NAVY es ya hace años la principal plataforma de ataque y disuasión de EEUU por medio de misiles crucero. Pero ahora la Infantería de Marina está dedicando presupuesto creciente para transformarse en una fuerza de misiles de importancia. Incluso el US Army esta con varios programas de investigación que pretenden lograr la capacidad de ataque a tierra hasta los 1000kms. Por todo esto, la USAF considera que la capacidad StandOff está más que cubierta, y no quiere invertir su presupuesto en algo redundante.
A mayor distancia entre la plataforma lanzadora y el blanco, más chances hay de que derriben el misil. Con lo cual, se deberían usar más misiles para garantizar la destrucción del blanco, lo que conlleva un gran costo. Los misiles son caros, de un millón de dólares para arriba, contra los U$S 50.000 de una bomba guiada tipo JDAM (Joint Direct Attack Munitition, o Munición Conjunta de Ataque Directo).
La proporción de la cabeza de guerra respecto del peso total del arma, es menor en el misil y mayor en la bomba. La bomba es mucho mejor herramienta para atacar blancos duros y/o enterrados como Bunkers.
Dedicar aviones de transporte a tareas de ataque de misiles, disminuiría aún más los números de la flota de aviones de logística. Y en caso de un conflicto de gran escala, esto aparejaría la disminución de la capacidad de carga y transporte de la Fuerza Aérea para apoyar los despliegues de las fuerzas propias. Y hay que tener en cuenta que el C-17 ya no está en producción, y recomenzar la misma se torna económicamente impensable.
Desde ciertas oficinas de la USAF estarían más flexibles a la idea de desarrollar un avión específicamente para esa misión, con lo cual el B-747 lanzamisiles podría finalmente ver la luz. Lo que sí están casi todos de acuerdo, es que usar aviones de carga para estos menesteres es una muy mala idea.
Al otro lado del Atlántico
El consorcio formado por Francia, España y Alemania para su sistema de combate aéreo futuro (FCAS) plantea, no solo un nuevo avión de combate de 6ta generación, sino también todo un entramado de sistemas complejos que actuarían orgánicamente para lograr el dominio aéreo. Entre estos, y en apoyo a los cazas futuros, Airbus está desarrollando el proyecto del Remote Carrier. La idea es muy similar a los programas Loyal Wingman en desarrollo para Australia y EEUU: Se trata de un sistema aéreo de combate no tripulado que tiene como función la de escoltar y apoyar al avión de combate tripulado. Y estos Remote Carriers, serían desplegados por los aviones de carga Airbus A400M Atlas. Por lo que lanzar también misiles de ataque StandOff subsónicos o supersónicos, como los que MBDA está desarrollando para FCAS, no parece nada alocado.
No todo son misiles de crucero
La tentación de aprovechar para algo los grandes volúmenes y capacidades de carga era muy grande como para restringirlo solo al uso de misiles “pequeños”. Boeing también propuso utilizar el B-747 para el lanzamiento de misiles nucleares intercontinentales (ICBM) Minuteman III. El Jumbo podría llevar hasta 4 de éstas armas de destrucción masiva. El interés por el concepto surge porque un lanzamiento desde el aire, reduciría enormemente los tiempos de reacción de las fuerzas anti-misiles soviéticas. Sería un arma del tipo first-strike; que son las armas que usas primero para tratar de noquear la capacidad de retaliación enemiga. Con la constelación de satélites que la URSS tenía, era muy difícil que se le escapara un lanzamiento desde tierra. Incluso estaban razonablemente cubiertas ciertas zonas del océano. Y los radares trans-horizonte detectaban los misiles desde que se elevaban hacia el cielo, y luego hacían el seguimiento de las cabezas nucleares de reentrada múltiples.
Estos mecanismos estaban muy optimizados, en ambos contrincantes. Era casi imposible que uno iniciara un ataque de misiles intercontinentales, sin que el adversario se enterara con el suficiente aviso previo, como para activar sus propias fuerzas de misiles, garantizando así la destrucción mutua asegurada.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=96A0wb1Ov9k]
Incluso probaron el concepto del ICBM lanzado desde el aire desde un C-5 Galaxy.
Los Minuteman III lanzados desde 10.500 metros de altura reducían enormemente la ventana de oportunidad soviética para defenderse de ese ataque, así como para contraatacar. Una flotilla de estos Jumbos nucleares en patrulla permanente, podría haber desbalanceado la ecuación lo suficiente, como para que EEUU se animara a lanzar el primer ataque. Menos mal que el proyecto no prosperó.
Como multiplicador de fuerzas
Creo que los argumentos a favor y en contra del concepto de avión arsenal son todos lógicos y atendibles. Pero muchos tiene sentido dentro del marco de una fuerza aérea bestial como la de EEUU. Los europeos del programa FCAS miran el concepto con cariño. Para naciones que no tienen normalmente los medios de proyección de fuerza más allá que el radio de acción de sus cazas, la idea de lanzar armamento guiado a distancias Stand Off desde aviones de carga, me parece muy sensata. Solo 3 naciones poseen una flota de aviones bombarderos, EEUU, Rusia y China, y con mucha distancia entre uno otro en cuanto a números y capacidad tecnológica. Pero casi todas las naciones disponen de algún avión de carga con rampa trasera. Y si algunos de esos países disponen además de la capacidad técnica para desarrollar sus propios misiles de crucero, entonces esos países obtendrían un gran multiplicador de fuerzas, con una capacidad de disuasión regional bastante creíble y a bajo precio.
https://forums.spacebattles.com/threads/micro-drones-arsenal-planes-and-railguns-funded-in-the-new-defense-budget.375615/
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