Ethiopian Airlines le da una mano a South African Airways (pero no el brazo)

Saenz

La situación económica de South African Airways (SAA) es crítica como ya lo contamos en esta nota, y como contrapunto tenemos a Ethiopian Airlines (ET) que como pocas aerolineas comerciales han obtenido ganancias y muestran tener un negocio equilibrado.(ver Nota anterior).

Grounded Ethiopian Airlines planes are seen in the airfield at the Bole International Airport amid concerns about the spread of coronavirus disease (COVID-19), in Addis Ababa, Ethiopia April 7, 2020. REUTERS/Tiksa Negeri

Ahora sus realidades se cruzan: SAA está buscando un salvavidas de 600 millones de dólares para evitar la liquidación. El efectivo se necesita en parte para reembolsos de boletos y paquetes de indemnización para casi 4000 trabajadores que aceptaron irse como parte de un plan de rescate elaborado por administradores y respaldado por grupos laborales, y ET siendo la aerolínea más importante del continente africano, está tratando de ampliar su alcance aprovechando sus buenos resultados económicos y que toda crisis es una oportunidad.

Lo cierto es que Ethiopian no tiene la receta del «Levanta muertos» de Volver al Futuro III, en palabras del director ejecutivo, Tewolde GebreMariam, en una entrevista en Addis Abeba, Etiopía: “No queremos ocuparnos de los problemas heredados: la deuda, los reclamos laborales, etc., porque eso es muy difícil para nosotros, no solo en términos de desembolso financiero, sino también en términos de gestión de la reestructuración”, «Queremos facilitarles mucho el inicio de la aerolínea proporcionando aviones, proporcionando experiencia, pilotos, técnicos y liderazgo»

La aerolínea ofrece asistencia operativa, Ethiopian podría proporcionar Airbus A350 y Boeing B787 más modernos, sumando sus los técnicos, pilotos y capacitaciones necesarias, que en comparación con los aviones Airbus A340 de SAA serían más rentables.

Foto: Alan Wilson / Wikimedia Commons

¿Qué se puede esperar de esta «cooperación»?

Ethiopian Airlines busca sacar un rédito de todo esto, sin lugar a dudas, puede estar buscando adquirir las rutas que SAA posee y los recursos técnicos y humanos que sean útiles o ir posicionarse en Sudáfrica como la aerolínea que puede cubrir las conexiones que SAA deje si su disolución es inevitable, pero no tiene interés de cargar con la cruz de los problemas que acarrea South African Airways desde hace una década.

Mientras tanto, los administradores de South African Airways siguen abiertos a negociaciones y escuchando las alternativas de los diferentes interesados privados, pero los 600 millones de dólares que el Estado Sudafricano había prometido parecen depender de si hay interesados privados en compartir los costos de la empresa y de esa manera asegurar un retorno de dinero en menos tiempo.

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