Francia pone en órbita su satélite espía más moderno

Gastón Dubois

Arianespace lanzó hoy, utilizando un cohete ruso Soyuz, el satélite de observación terrestre CSO-2. El lanzamiento tuvo lugar desde el centro espacial de Arianespace en la Guyana francesa.

Según lo informado por la empresa, éste fue el décimo y último lanzamiento del año, y el quinto en 2020 con el lanzador mediano Soyuz. También será la vigésimo quinta misión llevada a cabo por Soyuz desde la Guayana Francesa desde que comenzó a operar en el Centro Espacial de Guayana (CSG) en octubre de 2011.

Lanzamiento exitoso del Soyuz. Foto: Arianespace

Tal vez pueda resultar llamativo que se utilicen sistemas de lanzamiento rusos en vez de europeos, pero resulta ser que los rusos poseen una muy buena tecnología de cohetes y misiles, que resulta ser segura, confiable y más barata que otras opciones occidentales.

Incluso la NASA de EEUU utiliza motores de cohete rusos de las series RD-180 para su sistema de lanzamiento Atlas 5 y RD-181 para los cohetes Antares. Sin embargo, los mismos serán dejados de importar a partir de diciembre del 2022, por las sanciones impuestas a Rusia por EEUU, tras la anexión de la península de Crimea.

CSO-2 (Composante Spatiale Optique)

Volviendo al satélite de inteligencia francés, el CSO-2 se lanzará para la agencia espacial francesa CNES (Centre National d’Etudes Spatiales) y la agencia de adquisiciones de defensa DGA (Direction Générale de l’Armement), en nombre del Ministerio de Defensa francés. Sin duda será operado por la sección Espacio de la Armée de l´Air & de l´Espace.

CSO-2, cargado y listo para colocarse en la punta del sistema de lanzamiento Soyuz. Foto: Arianespace

CSO-2 tiene un peso de 3.562 kg y una vida operativa de 10 años. Será puesto en una órbita sincrónica con el Sol, con una inclinación de 97.3 grados y una altitud aproximada de 480km. Producirá las imágenes de mayor resolución jamás recopiladas por un satélite de inteligencia europeo.

CSO-2 es el segundo satélite del programa Componente Espacial Óptico (CSO – Composante Spatiale Optique), una constelación de tres satélites dedicados a la observación de la Tierra para la defensa y la seguridad. Están siendo colocados en órbitas polares a diferentes altitudes (como en la imagen de portada) y llevarán a cabo dos misiones diferentes: reconocimiento de CSO-1 y CSO-3; e identificación para CSO-2.

La constelación CSO viene a reemplazar a la más antigua familia Helios, de satélites espía.

Siendo el sucesor de los sistemas Helios 1 y 2, CSO abordará las necesidades operativas francesas de inteligencia global y vigilancia estratégica, conocimiento del entorno geográfico y soporte para despliegues operativos.

Se trata de la tercera generación de satélites militares de Francia, CSO se desarrolló en un marco nacional y seguirá siendo accesible para los socios europeos. De hecho, Alemania, Suecia y Bélgica ya tienen un acuerdo que les permite el acceso a la información de inteligencia satelital francesa y se espera un acuerdo con Italia en breve.

La constelación CSO (los franceses usan constelaciones de 3 satélites, actuando en conjunto,  para misiones de inteligencia) se utilizará para adquirir imágenes de resolución extremadamente alta en los anchos de banda visible e infrarrojo, de día o de noche y con buen tiempo, y utilizando una variedad de modos de imagen para cumplir con la mayor cantidad posible de requisitos operativos.

Airbus Defence and Space Francia es el contratista principal de los satélites, mientras que Thales Alenia Space Francia suministra el instrumento de imagen óptica. CSO-2 es el 130º satélite de Airbus Defence and Space lanzado por Arianespace.

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