El aeropuerto Changi en Singapur instaló la semana pasada un centro de vacunación en donde más de 1.000 empleados aeronáuticos ya recibieron una dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Las instalaciones fueron armadas en cinco días y están ubicadas en en la terminal 4. El lunes fue el primer día de vacunación y por allí pasaron pilotos, tripulantes de cabina y empleados del aeropuerto para recibir la dosis, estimando cerrar la semana con más de 7.000 personas aplicadas.
El Dr. Tan, que participa del proyecto, dijo que la instalación y el comienzo de operaciones se realizó en tiempo récord y que se logró gracias al esfuerzo del Grupo del Aeropuerto de Changi y los profesionales de la salud.
El portal The Straits Times publicó que este centro posee 27 puestos de vacunación, Tan dice que atendiendo 12 pacientes por hora en cada puesto y en 14 horas de aplicación, el número de personas vacunadas podrían superar las 4.000 por día.
“El objetivo es mantener el tiempo total que le toma a una persona vacunarse en menos de una hora, incluidos 30 minutos de tiempo de observación para garantizar que no haya efectos adversos”, dijo Tan.
La capacidad de almacenamiento que posee el lugar es de 10.000 dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, las mismas se conservan en un refrigerador médico a –70 grados de temperatura.
El centro cuenta con 70 médicos, enfermeras y asistentes de salud que brindan tratamiento y atienden emergencias.
Hasta el momento no se han presentado casos con resultados adversos.
Anwar Salim, piloto de Singapore Airlines se vacunó en el día de ayer y dijo que no le provocó dolor.
Alex Hungate, presidente y director ejecutivo de Sats, principal proveedor de servicios de catering en tierra y en vuelo en el aeropuerto Changi, también se vacunó el lunes y dijo que es un gran beneficio para los trabajadores aeronáuticos vacunarse después de la presión a la que estuvo sometida la actividad aérea por culpa del Covid-19.
Hungate manifestó que 2.000 empleados ya se inscribieron para ser vacunados en los próximos días y aclaró que la vacuna no es obligatoria.
«Depende de las personas si quieren o no recibir la vacuna. Nuestro papel es asegurarnos de que tengan todos los datos antes de tomar la decisión».
